Después de 13 años de una intensa batalla legal, la Justicia eliminó definitivamente la tutela que limitaba a Britney Spears. La decisión se tomó este viernes en la Corte Superior de Los Ángeles y, a partir de ahora, la estrella pop podrá tomar sus propias decisiones médicas, financieras y personales por primera vez desde 2008.
El proceso comenzó cinco meses atrás, cuando la cantante contrató a su propio abogado y luego logró que removieran a su padre, Jamie Spears, del control de su vida. En aquel entonces, la jueza Brenda Penny no demostró señales claras sobre cuál sería su veredicto, pero el caso avanzó rápidamente y la balanza se inclinó a favor de la artista.
Una de las claves para el cambio de dirección fue un discurso que la intérprete de “Oops I Did It Again” dio durante una audiencia. Allí, describió las restricciones que su progenitor imponía sobre ella. “No pudo dormir. Estoy tan enojada que ya no es sano. Estoy deprimida. Mi padre y todos los involucrados con esta tutela, incluyendo mis managers, deberían estar presos”, había indicado.
Sin dudas, el momento cúlmine fue cuando reveló que controlaban su anatomía: “Quiero poder casarme y tener un hijo. Tengo un DIU dentro mío para no quedar embarazada. Mi equipo no quiere que tenga más hijos”.
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