El primer ministro francés, Jean Castex, anunció este jueves un nuevo confinamiento de un mes en París y otras regiones para combatir un rebrote de COVID-19 que tiene a los hospitales cerca del colapso.
Los negocios no esenciales volverán a cerrar sus puertas y los desplazamientos interregionales serán restringidos en las zonas afectadas, pero las escuelas permanecerán abiertas y se permitirá el ejercicio al aire libre en un radio de 10 kilómetros alrededor del domicilio.
Castex informó que la medida afecta a 16 departamentos, que suman casi un tercio de la población nacional: ocho departamentos de Ile-de-France (la región que incluye a la capital), cinco departamentos de Hauts-de-France, y uno más en Alpes-Maritimes, Seine-Maritimes y Eure.
Las nuevas restricciones, que se aplicarán desde la medianoche del viernes, buscan limitar el avance del coronavirus, sobre todo en la zona norte del país, ya que “la progresión de la epidemia se acelera notablemente”, afirmó Castex en la rueda de prensa.
El presidente Emmanuel Macron había anticipado el miércoles a un grupo de alcaldes de Ile de France, en una reunión por vídeoconferencia que habría “medidas de freno” diferentes de las que se han tomado hasta ahora para “tener en cuenta las realidades” de la zona, en la que viven 12 de los 67 millones de habitantes del país.
Comentarios