La final entre la Selección Argentina y Francia seguramente quedará en la historia por la emotividad que tuvo. Tras empatar 3 a 3 en el tiempo suplementario, todo se definió desde el punto penal y el elenco nacional logró la coronación. Quizás por la euforia del momento hay un detalle que pasó desapercibido: Francia realizó siete modificaciones.
El reglamento estipula que los cambios máximos por partido son cinco, sumándose uno más en caso de que el encuentro tenga un desenlace en tiempo suplementario. Ahora bien, ¿por qué el elenco galo pudo hacer uno más y se mantuvo dentro de las reglas?
El motivo tiene que ver con una nueva norma propuesta por FIFA donde se le concede una sustitución más a los equipos en caso de que el futbolista a sacar corra riesgo de sufrir una conmoción cerebral por un fuerte golpe en la cabeza. Justamente eso es lo que le pasó a Adrien Rabiot, que en el minuto 96 tuvo que dejar el campo para darle su lugar a Fofana.
Esa fue la causa por la que Deschamps, tras los cambios de Giroud, Dembélé, Griezzman, Theo, Rabiot y Varane, pudo dar entrada a Disasi en el minuto 121 de partido. Es una norma que no se aplica todavía en competiciones de la UEFA, pero sí de la FIFA.
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