Tras meses de debate, el Gobierno francés prohibió el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas por considerarlo un “obstáculo al aprendizaje”. Asimismo, sostuvieron que “no debe ser utilizado como alternativa para la feminización de la lengua”.
“La imposibilidad de transcribir textos verbalmente con este tipo de escritura dificulta la lectura en voz alta, así como la pronunciación y, en consecuencia, el aprendizaje, especialmente para los más pequeños”, señaló el ministro de Educación Jean-Michel Blanquer en una circular.
En este sentido, el documento publicado en el Boletín Oficial destacó que la adopción de este “tipo de lenguajes” modifica “el respeto a las reglas de concordancia habitualmente esperadas”.
“La lengua francesa no debe ser triturada ni dañada”, había declarado el funcionario de Macron, quien recordó al ex primer ministro Edouard Philippe, quien en 2017 prohibió el uso administrativo.
El lenguaje inclusivo había sido defendido en Francia en círculos feministas para quienes el lenguaje masculino no es neutro e implica una “invisibilización” de las mujeres. No obstante, desde octubre de 2017, la Academia de la Lengua local lo había considerado una “aberración”.
Por otra parte, 60 diputados nacionales de diferentes partidos políticos firmaron el proyecto para “prohibir la escritura inclusiva en los documentos administrativos”.
Comentarios