El seleccionado argentino de básquet masculino quedó eliminado en los cuartos de final al perder ante Australia por 97 a 59 y de esta manera le puso fin al sueño de obtener una nueva medalla olímpica.
Argentina había accedido a esta instancia como segundo mejor tercero tras derrotar a Japón en la última jornada. Si bien el conjunto de Sergio Hernández comenzó mejor el juego por dominio de pelota, en la primera etapa cayó por 39-33.
Ya desde el segundo cuarto arrancó un martirio que no tuvo final, donde fue ampliamente superado por Australia debido a que perdió muchas pelotas, estuvo impreciso en los tiros (sólo anotó 11 puntos) y no logró frenar el ritmo ofensivo de su duro rival. Australia tuvo la virtud de ir de atrás hacia adelante, primero neutralizó el ataque argentino y luego fue lo demolió en ataque.
Luego del descanso el juego continuó con un claro dominio del equipo australiano que tuvo una segunda mitad arrolladora, lejos del arranque prometedor argentino, que lo llevó a finalizar el tercer cuarto con una diferencia de 60 a 48.
En el cuarto, en tanto, no hubo lugar para ilusionarse con la hazaña: los de Hernández sólo sumaron otros 11 puntos, con un parcial de 37 a 11 que selló la inobjetable victoria australiana por 97 a 59 y le puso fin a la participación albiceleste en el básquetbol de Tokio.
Argentina ganó la medalla dorada en Atenas 2004, luego obtuvo el bronce en Pekín 2008, en Londres 2012 se quedó afuera del podio (terminó en el cuarto lugar) y en Río 2016 fue eliminado en cuartos de final por el “Dream Team”.
Japón quedará en el recuerdo como el punto final para una leyenda: Luis Scola. Su salida fue el momento más emotivo de la jornada, ovacionado por argentinos, australianos y el poco público presente. Tributo para el reconocimiento de un verdadero Grande.
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