Con el anuncio de las nuevas medidas y ante el crecimiento de la fiestas clandestinas, no sólo en Rosario sino en la región, la Presidenta del Concejo María Eugenia Schmuck junto al edil Carlos Cardozo ingresaron ayer un proyecto de ordenanza para elevar las multas a quienes organizan los encuentros clandestinos y a los propietarios de los inmuebles donde se desarrollan este tipo de encuentros.
La iniciativa retoma una idea en la que había trabajado la concejala en 2013 y la adaptó a estos tiempos de pandemia con recaudos sanitarios que no permiten bailes ni espectáculos, donde el castigo económico debería rondar entre 200 y 400 mil pesos.
El documento busca otorgarle herramientas de más peso y más severas a las autoridades locales para poder actuar sobre quienes promueven, participan o facilitan este tipo de reuniones masivas, que continúan prohibidas en la ciudad y en la región.
Ante la falta de posibilidad del Municipio de Rosario para generar multas en fiestas clandestinas en casas particulares, la ordenanza se encarga de remarcar que esta posibilidad está incluida en el nuevo Código de Convivencia que impulsa la Intendencia y el cuál está siendo debatido en el recinto legislativo.
Las multas económicas van desde los 200 a los 400 mil pesos, y clausuras de hasta 90 días.
El proyecto precisa que si los responsables son menores, serán los padres o tutores quienes deberán afrontar la multa económica.
“Queremos legislar estas fiestas en domicilios y ámbitos no aptos para poder tipificar como contravención grave la realización de estos eventos donde existe una concurrencia de público, donde la venta de alcohol y el lucro general encubre una actividad comercial fuera de cualquier cuestión legal”, remarcó Schmuck.
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