Lara, la joven de 30 años que concurrió a una fiesta electrónica de la localidad de Armstrong, donde -según dijeron sus padres- “le dieron una bomba” que la dejó en terapia intensiva por sobredosis, continúa internada en grave estado, pero se encuentra estable y se empezarán maniobras de disminución de la sedación.
En diálogo con RedBoing.com, el Director médico del Sanatorio de la Mujer, Eduardo Ontivero, confirmó que “Lara está un poco mejor comparativamente al cuadro con el que entró, ella ingresó con un paro cardiorespiratorio” y adelantó que si bien sigue “conectada a la asistencia respiratoria” como no presentó- desde el primer momento hasta ahora- complicaciones, comenzarán a realizarle el plan weaning.
“Se la empezará a desvincular de la asistencia respiratoria mientras abandona el estado de coma inducido farmacologicamente”.
Sin embargo, Ontivero anticipó que esto puede durar horas o días. “No se sabe cuánto tiempo puede llevar”.
“No sabemos si el paro cardíaco se produjo cuando llegó al sanatorio o antes”.
Respecto a los exámenes de toxicología, el titular del directorio médico del Sanatorio de la mujer dijo que “habría ingerido dos pastillas de éxtasis”.
“No tenía antecedentes. Pero ella o cualquier tipo de persona que no tenga las enzimas necesarias para poder metabolizarlo, termina así”.
Por último, Ontivero remarcó el peligro de las drogas ilegales e indicó que “esta chica no tuvo una sobredosis” aunque un comprimido solo puede “matar”.
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