Europa se encuentra en estado de alerta debido a la llegada de una nueva enfermedad llamada ‘virus de la pereza’, conocido oficialmente como virus del Oropouche. La preocupación aumentó luego de la detección de más de 19 casos en tres países europeos durante los meses de junio y julio. En España, la cifra alcanza los 16 casos, todos provienen de viajeros que pasaron por América del Sur, donde el virus es endémico, en los últimos meses.
Aunque los especialistas afirman que no existe un “alto riesgo” de propagación en Europa, la fiebre de la pereza sigue siendo una realidad en América. Países como Brasil (7.000 casos), Bolivia (350), Perú (más de 200) y Cuba figuran entre los más afectados.
La enfermedad viene de un virus tropical que se manifiesta con fiebre, cansancio y malestar general. Fue descubierto en Trinidad y Tobago en 1955. Además, se supo que la transmisión del virus ocurre a través de picaduras de mosquitos.
El mosquito Culicoides paraensis, conocido como jején, es el principal transmisor de la enfermedad en los seres humanos. No hay evidencia de que el virus se transmita entre humanos o entre estos y otros animales.
La incubación del virus dura entre 3 y 12 días y luego se manifiestan los síntomas: fiebre alta, dolor de cabeza, cansancio, dolores musculares y malestar general. Según la revista científica “American Journal of Tropical Medicine and Hygiene”, en algunos casos los pacientes pueden experimentar síntomas más severos, como náuseas, dolor abdominal, e incluso encefalitis o meningitis en situaciones graves o en personas con condiciones preexistentes.
La fiebre de la pereza tiene una duración de entre 5 y 7 días, y generalmente las secuelas son temporales o inexistentes. Las únicas muertes registradas asociadas al virus del Oropouche ocurrieron en Brasil durante el reciente brote de julio.
La Organización Mundial de la Salud señala que no hay un tratamiento o vacuna específica para la fiebre de la pereza. Sin embargo, el reposo, la hidratación y los analgésicos suelen ser efectivos en la mayoría de los casos.
La prevención es lo más importante, especialmente en los países tropicales de Sudamérica donde los brotes del virus son frecuentes. Las medidas recomendadas incluyen la eliminación de criaderos de mosquitos, la protección de ventanas y puertas, y la protección personal mediante ropa de manga larga y el uso de repelentes.
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