El 16 de mayo de 2020, en el Parque Nacional Lihué Calel, una puma quedó atrapada durante dos días en una trampa de osos lo cual llevó a que le amputen casi completamente la pata delantera. Lo inédito del caso es que el culpable deberá pagar una compensación económica por el resto de la vida de la puma.
“Quien la había colocado, era un productor local, buscando atrapar a un chancho, sin considerar que la colocación de trampas está prohibida en el parque”, informó Viviana Antoci, intendenta del Parque Nacional Lihué Calel, a Perfil.
“Luego de que los brigadistas detectaran a la puma, se activó el protocolo de rescate de vida silvestre con intervención de la provincia. Se llamó al veterinario que le hizo la intervención quirúrgica por qué no está en buen estado, de tanto saltar de un lado a otro en el alambre se había destrozado casi completamente la pata delantera”, explicó Antoci.
Para preservar la vida del animal, se tuvieron que tomar medidas rápidamente. “Una vez que se la durmió, le amputaron completamente la pata delantera y pidió que quedará una jaula pequeña para ver si se recuperaba, porque estaba en muy mal estado.”, dice Antoci.
Teniendo en cuenta que los pumas utilizan sus patas delanteras para cazar, y por ende, para alimentarse, no se podía introducirla nuevamente a su hábitat natural. Es por eso que desde la administración del Parque Nacional y con la intervención del Ministerio de Ambiente de la Nación y en colaboración con el Ministerio de Ambiente de la Secretaría de la de Provincia, comenzó una búsqueda de centros de rehabilitación para pumas, en donde podía vivir el resto de su vida.
Respecto a la pena de la persona que colocó la trampa, deberá pagar $4.000 mensualmente por el resto de la vida de Unelén, teniendo en cuenta que los pumas viven cerca de 20 años en cautiverio. Según indicó Antonici “es menos de la mitad de lo que se gasta por mes en alimento, serán alrededor de $15.000 y $20.000 mensualmente”.
Fuente: Perfil
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