Peter Lundgren, extenista y entrenador sueco, falleció este viernes a los 59 años. Conocido por haber acompañado a Roger Federer en sus primeros pasos hacia la élite, fue quien lo guió a su primer título de Grand Slam en Wimbledon 2003. Además de su colaboración con el suizo, trabajó como entrenador de figuras como el chileno Marcelo Ríos y el ruso Marat Safin.
La noticia fue confirmada en redes sociales por Lukas Lundgren, hijo del entrenador. “Descansa en paz, papá. Fuiste una inspiración y una mano amiga para muchos, tanto dentro como fuera de la cancha”, expresó en un emotivo mensaje.
Lundgren, nacido en Gudmundra en 1965, alcanzó el puesto 25 del ranking ATP como jugador antes de dedicarse al entrenamiento. Luego de dejar la actividad profesional debido a una fractura, comenzó su carrera como coach, destacándose por su capacidad para formar talentos. En su etapa junto a Federer, se convirtió en una figura fundamental para el suizo, ayudándolo a manejar su temperamento y a madurar en el circuito.
El sueco también dejó su huella en otros grandes jugadores. Con Safin, logró otro éxito en un Grand Slam cuando el ruso se consagró campeón del Abierto de Australia en 2005. Además, dirigió al equipo británico de Copa Davis y trabajó con nombres como Grigor Dimitrov y Stanislas Wawrinka.
En los últimos años, Lundgren sufrió problemas de salud derivados de una fractura en el tobillo que culminó en la amputación de su pie y parte de su pierna, agravados por la diabetes. A pesar de estas dificultades, se mantenía optimista, como lo reflejó en una publicación en redes: “Es hora de luchar”, había escrito en 2023.
Tras su muerte, leyendas del tenis como Björn Borg y Stefan Edberg destacaron no solo su habilidad como entrenador, sino también su calidad humana. Borg lo describió como “una persona maravillosa, con un gran corazón y sentido del humor”, mientras que Edberg resaltó los recuerdos de su juventud y su calidez como ser humano.
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