Es un hecho: Lionel Messi no continuará en el Barcelona FC. Mediante un comunicado, el club culé aseguró que ambas partes estaban de acuerdo, pero que no podrían formalizar debido a “obstáculos económicos y estructurales”.
En otras palabras, la entidad blaugrana necesita despedirse de algunos jugadores para así poder cumplir con el tope salarial impuesto por el Fair Play Financiero que implementó la Liga de Europa.
¿Qué es el Fair Play Financiero?
Se trata de una serie de medidas que establecen que una institución no puede gastar más dinero del que ingresa. La disposición tiene como objetivo controlar monetariamente a los clubes y que las pérdidas no los afecten.
No obstante, la normativa no se cumple de manera literal: en 2019 la Asociación de Clubes Europeos decidió que un plantel no podría desembolsar más de 100 millones de euros. En caso de superar el monto impuesto por la UEFA, los conjuntos serán sancionados con deducción de puntos y retención de ingresos, entre otros.
Solo con la presencia del rosarino, el Barcelona excedía en un 110% la cifra exigida por las autoridades.
Por otra parte, la Liga había cerrado un contrato con la inversora CVC por un total de 2.700 millones de libras y, de dicho monto, el 90% iría para los clubes. A su vez, 270.000.000 estaban destinados a las arcas del culé, lo que hacía realidad la continuidad de la Pulga. Pese a la imponente cifra, el dinero no resultó suficiente para la renovación del rosarino.
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