Una ola polar y letales tornados dejaron al menos siete muertos y diez heridos en Carolina del Norte, Estados Unidos. Además, provocaron la cancelación de inoculaciones contra el Coronavirus y pusieron en riesgo los suministros de vacunas.
El clima extremo comenzó el martes y según meteorólogos, se extenderá hasta el viernes en distintas partes del país.
“Lo llamamos Tormenta 2, con una ubicación muy similar a la tormenta anterior”, sostuvo la meteoróloga Lara Pagano del Centro de Predicción Climática del Servicio Meteorológico Nacional, situado en College Park, Maryland.
Pagano se refirió a un sistema frontal helado que envolvió a Estados Unidos durante el fin de semana largo por el Día de los Presidentes, que derivó en ventiscas de nieve y hielo desde Ohio hasta el área de Río Grande.
En esta línea, explicó que la catástrofe natural se debe a una masa de aire del Ártico que descendió y empujo las temperaturas a sus mínimas. En Lincoln, Nebraska, una lectura de -35 grados Celsius batió un récord establecido en 1978 de -27 grados.
En Dallas-Fort Worth, típicamente caluroso, una temperatura de -17 grados terminó con la marca anterior de -12 grados centígrados registrada en 1903.
Por otra parte, una de las muertes se debió a las autopistas resbaladizas. Otras víctimas fueron identificadas como una persona sin hogar y una pareja que falleció por inhalar monóxido de carbono.
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