Ariel “Caquita” Andriotti, un transero acusado por fiscales federales y provinciales de regentear la venta de droga en varios búnkeres del barrio Tablada, en la zona sur de Rosario, está prófugo de la justicia en lo que podría convertirse en un escándalo.
Es que en los últimos dos años, aún purgando una condena por narcotráfico y cumpliendo arresto en su casa con tobillera electrónica, el joven siguió con la actividad delictiva. Así, a fines de febrero se decidió detenerlo para ser llevado a indagatoria ante el juez federal Carlos Vera Barros, que decidió mantener el beneficio de la prisión domiciliaria, pese a que le habían encontrado un arma y droga al momento de la detención. El fiscal federal Santiago Alberdi apeló la decisión del magistrado y cuando Gendarmería lo fue a buscar, pero Andriotti ya se había escapado.
El joven había sido condenado a seis años de prisión a fines de 2022, pocos meses después de haber quedado viudo. La que había sido su mujer, Estefanía Gorosito, había sido ejecutada y descartada en la zona oeste de Rosario en un camino rural. Su cuerpo había aparecido junto al de su hermana Marianela, en un camino rural. En la investigación posterior, se logró determinar que ambas habían sido engañadas con una cita a un bar en Oroño y Salta, pleno centro de Rosario. Desde allí, las habían llevado hasta el punto en el que aparecieron sin vida. Las dos eran visita frecuente en la cárcel de Piñero y la justicia encontró evidencia de que el doble crimen podía explicarse por una deuda por droga con Pablo Nicolás Camino, uno de los líderes de la facción disidente de Los Monos, preso en la prisión federal de Rawson.
Volviendo a “Caquita” Andriotti, cuando él fue condenado por narcotráfico ante la justicia federal logró en 2023 obtener la prisión domiciliaria porque estaba a cargo de la hija que había tenido con Estefanía Gorosito. En el tiempo que siguió, varios testigos fueron aportando datos a los investigadores de que el joven continuaba organizando los búnkeres de la “U”, en la zona de Tablada, vinculados al líder narco Alejandro “Chucky Monedita” Nuñez. La tobillera electrónica, de acuerdo a estos testimonios, no era un límite para la continuidad de la venta de droga al menudeo.
Así, en febrero de este año los fiscales Franco Carbone del MPA y Santiago Alberdi del fuero federal cruzaron investigaciones y terminaron solicitando la detención de “Caquita” en su casa de Necochea al 3900. Por tratarse de una causa por drogas, Andriotti fue llevado a indagatoria ante el juez Carlos Vera Barros. A pesar de que le habían encontrado una pistola calibre 40 y estupefacientes, el magistrado decidió sostenerle el beneficio de la domiciliaria.
La decisión fue apelada por Alberdi, pero en las 72 horas que habían pasado desde el fallo inicial, “Caquita” Andriotti había aprovechado para escaparse. Y hoy está prófugo.
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