La carrera de Armie Hammer cae en picada. En las últimas horas, el actor se vio envuelto en un escándalo que involucra prácticas sexuales extremas y fetiches caníbales, como beber sangre y cortarse los dedos de los pies.
Los dichos surgieron a partir de la filtración de chats con mujeres en los que el protagonista de “Call me by your name” hablaba de forma explícita sobre mutilaciones. “Pienso en tener tu corazón en mis manos y controlar sus latidos”, “Soy 100% caníbal” y “Quiero comerte” fueron algunos de los textos que redactó.
A raíz de este conflicto, la industria cinematográfica fue dándole la espalda al actor de forma paulatina. Primero, fue desligado de algunos proyectos para los que ya había sido confirmado: Shotgun Wedding, una película que protagonizaría junto a Jennifer Lopez, y The Offer, una serie sobre Francis Ford Coppola durante el rodaje de El Padrino. Ahora, se supo que su agencia de talentos con la que trabaja, William Morris Endeavour (WME), le soltó la mano.
En tanto, el actor se limitó a emitir tan solo un breve comunicado: “No voy a responder a las acusaciones ridículas, pero en vista de los feroces y falsos ataques online en mi contra, no puedo dejar a mis hijos durante cuatro meses para rodar un film en República Dominicana”.
Por otra parte, su exesposa Elizabeth Chambers les dijo a sus allegados sentirse “conmocionada y enferma”. Si bien muchos mensajes son de 2016, hay algunos de febrero de 2020, una fecha previa a su separación en julio de 2020.
“No me di cuenta de cuánto no sabía. Apoyo a cualquier víctima de agresión o abuso. En este momento, no voy a comentar más sobre este asunto”, concluyó Chambers.
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