Los casos de muerte súbita que sucedieron en los últimos meses sembraron preocupación en la sociedad. El militante Juan Emilio Basso y el ex guitarrista de Callejeros, Maximiliano Djerfy, perdieron la vida luego de sufrir infartos mientras jugaban al fútbol informalmente. El médico cardiólogo, Carlos Lorente, fue entrevistado este miércoles, en el programa “Antes de todo” que conduce Gabriel Penisse, y despejó dudas respecto a la prevención de las cardiopatías y a las precauciones que deben tomar quienes padecieron Coronavirus.
“En relación al Covid fue publicada una estadística que indica que a partir de los registros de los casos de muerte súbita en el cuerpo de bomberos de Nueva York, comparando las cifras en el mismo período de 2019 con el del 2020, que de acuerdo a quienes tuvieron Coronavirus es encontraba un aumento de la incidencia de muerte súbita” expresó Lorente. Y aclaró: “No se demuestra con esto una relación causal, pero si hay una fuerte tendencia a pensar que el Covid puede dejar alguna secuela cardiovascular, alguna consecuencia sobre la producción de una enfermedad que se llama miocardiopatía, que es una enfermedad del músculo cardíaco”.
“El Coronavirus pasó a ser uno de los factores que evaluamos para darle el permiso a un joven de realizar actividad física”, indicó el Vicepresidente de la Sociedad de Cardiología de Rosario.
El facultativo resaltó la importancia de realizarse estudios luego de padecer el virus: “Por más que uno no tenga manifestaciones agudas, la enfermedad puede dejar consecuencias en los corazones, aún cuando no haya sido necesario internar al paciente”. Y explicó: “Es fundamental que quienes hayan tenido manifestaciones leves o graves, se realicen un chequeo cardiovascular posterior para evitar que se nos pasen inadvertidas patologías y que pueden ponerse de manifiesto directamente con una muerte súbita“.
Lorente se refirió a cómo suelen presentarse estos infartos repentinos en las distintas franjas etarias: “Un individuo que tiene más de 30 años hasta los 50, 60 o más, en general cuando se le produce una muerte súbita depende de la incidencia aumentada de enfermedad coronaria en ese grupo poblacional. Por debajo de los 30 las causas de muerte súbita son diferentes. En los jóvenes y adolescentes la presencia de alteraciones congénitas en el corazón o la presencia de miocardiopatías, que son enfermedades con las que uno puede nacer y puede ir desarrollando con el correr del tiempo, son los motivos que predominan”.
El cardiólogo hizo hincapié los jóvenes que hacen actividad física: “Los que practican deporte es más probable que puedan poner de manifiesto enfermedades que en personas sedentarias . Es cierto que la incidencia de muerte súbita en los jóvenes que practican deporte de manera competitiva, es mayor que en sus pares sedentarios. La exposición al riesgo a través de la realización de continuos entrenamientos que ponen en estrés al corazón hace que en ese grupo poblacional se pongan de manifiesto cosas que en un individuo que no hace actividad deportiva no aparecen”. Y agregó: “Hay un trabajo que se realizó en el fútbol inglés con los 92 equipos que puso bien en evidencia que la incidencia de la muerte súbita era mayor en los deportistas”.
El médico rosarino volvió a remarcar la importancia de que quienes no hayan sufrido síntomas de Covid se realicen chequeos para detectar factores que podrían ponerlos en riesgo al practicar deporte. “Hay muchos sujetos que tuvieron covid y se han sentido bien rapidamente, personas jóvenes que les pasó inadvertido, que entonces al sentirse bien regresan rapidamente a las actividades deportivas. No me parece que sea prudente hacerlo sin una evaluación nueva, sin los estudios necesarios para detectar secuelas de un covid oligosintomático porque de esa manera podrían evitar una muerte súbita”.
Lorente puso énfasis en que “es fundamental en los lugares donde se practican deportes estén protegidos por una cardioasistencia” y criticó: “No es lógico que no exista gente capacitada para tratar la muerte súbita y que no haya desfibriladores automáticas que pueda utilizar gente que no necesariamente sea médica, para tratar los primeros diez minutos de una muerte súbita o un paro cardiorespiratorio”
En el final de la entrevista el médico sentenció: “Sería imperdonable que en un lugar donde se concentran deportistas no existan las facilidades como para actuar rapidamente cuando la muerte súbita se produce. Si uno ante la muerte súbita espera la llegada de la ambulancia, llega tarde”.
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