El gobierno de Omar Perotti tiene sobre el escritorio un modelo de reforma de la Constitución provincial, que no se modifica desde el 1962. El primer mandatario debe decidir si acelera para avanzar en las negociaciones en la Legislatura, y conseguir un hito que muchos intentaron y no pudieron. Un renunciamiento, amoldarla a la nacional y ordenar los gobiernos locales, algunos ejes que pueden cambiar la historia esta vez.
La gestión tiene pensado concretar la autonomía municipal por ley. Sin embargo, con el pasar de las horas comenzó a tomar fuerza la idea de la reforma de la constitución nuevamente. Hoy, la situación es la siguiente: Perotti debe decidir si le da el visto bueno al proyecto y que se empiece la discusión seriamente.
Una condición sine qua non para que esta vez salga es que el actual ni el próximo gobernador tengan el beneficio de la posibilidad de ser reelectos. Por eso, quienes asesoran al jefe de la Casa Gris le presentaron una idea en la cual él no pueda ser elegido nuevamente en 2023, pero tampoco cuente con eso el quien resulte ganador en la contienda del año que viene. Quien dispondría de esa probabilidad sería el electo en 2027, cuando tenga la posibilidad de renovar su mandato en el 2031.
En el ciclo anterior, Miguel Lifschitz había jugado fuerte por la reforma, pero demoró mucho en renunciar a su posibilidad de volver a ser electo y se fue diluyendo. Y eso, fundamentalmente, es lo que frenó el avance del proyecto en la Legislatura. Le sucedió lo mismo a los anteriores, y es por eso que el equipo de trabajo del jefe del ejecutivo le recomendó desistir de esa posibilidad porque, de ser así, es imposible que salga.
Toda la política santafesina está convencida de que es necesario modificar la Constitución, y sin el eje de la reelección para Perotti o para el próximo gobernador, ¿por qué se frenaría? Es ahí donde crece el entusiasmo de poder encontrar los consensos con otros puntos del trabajo y poder llegar antes de fin de año a una elección constituyente.
Un tema importante del texto que se podría enviar a la Legislatura es el de las comunas. Pasar de 2 a 4 años los plazos de los gobiernos, y que tengan una sola reelección. Hay presidentes comunales que llevan más de dos décadas gobernando y eso es genera enquistamiento y perpetuidad en el poder. En una localidad chica se transforman en pequeños señores feudales y cambiar eso es un piso de discusión que tiene toda la política santafesina .
La posibilidad de una sola reelección también correría para los intendentes de las 56 ciudades que hoy tiene la provincia. Se dio el caso, por ejemplo, de José María Pedretti que estuvo 20 años al frente del gobierno de Roldán, y hay otros ejemplos similares a lo largo y a lo ancho de la bota santafesina. Además, así, se igualarían las condiciones para todos los cargos ejecutivos: gobernador, intendentes y presidentes comunales.
La autonomía es otra de las aristas claves para este proyecto. Se venía gestando el Consejo de Ciudades para avanzar con la idea por ley, pero si corre la reforma adquirirá jerarquía constitucional y no tendría sentido la norma. Este tema también tiene un acuerdo generalizado en todas las fuerzas políticas, y no sería una traba para las negociaciones.
Adaptar la vetusta Constitución provincial a la nacional en materia de medio ambiente y derechos de las personas también será parte del trabajo que deberán realizar según esta idea general los constituyentes de ser electos, ya que hoy hay muchas contradicciones entre la carta magna federal y la nuestra.
En la Legislatura han mirado de costado a los distintos proyectos de modificación, pero esta vez hay algo a favor: el renunciamiento a la reelección desde el inicio de las negociaciones. Si Perotti decide avanzar, tiene buenas chances de conseguir los dos tercios que se necesitan en el Senado, y debería consensuar mucho más en Diputados. Allí, es difícil que sin el aval del socialismo salga, aunque pueda llegar a conseguir acuerdos con los radicales que conformaron la lista del Frente Progresista.
Sin embargo, fue el socialismo quien insistió mucho con la reforma hace 4 años, ¿por qué ahora se negaría si no está la voluntad de la reelección sobre la mesa? Los tiempos son cortos y, de decidirse, el gobernador tiene poco margen para ejecutar la idea.
Asado frío
Se volvió a postergar la cena en el Partido Demócrata Progresista (PDP) prevista para este fin de semana. La indecisiones dentro del Partido Socialista –un sector está decidido a jugar y otro prefiere esperar-, algunos viajes pendientes de legisladores por temas vinculados a la seguridad y otros pormenores, fueron dilatando el encuentro y la expectativa crece. Ahora sería convocada toda la plana mayor de los partidos del frente de frentes para el 8 de abril.
De todas maneras, el próximo 22 de abril es la asunción de autoridades de la UCR y se está pensando ese momento como el de la muestra de unidad entre los distintos sectores. Los radicales van a invitar a los demás -el PRO, PDP, CREO, la Coalición Cívica y el socialismo- para tener una foto juntos ante la presencia, según se espera, de miles de correligionarios en la asunción de Felipe Michlig al frente del Comité provincial.
Esta semana hubo avances en algunas reuniones pendientes. Ese es el caso de la visita de José Corral, ex presidente del radicalismo nacional y ex intendente de Santa Fe, al intendente de Rosario, Pablo Javkin. Viejos conocidos que se pusieron al día y hablaron de política partidaria. Ambos coincidieron en que no debe mencionarse más a este nuevo espacio como “frente de frentes” sino que hay que ponerle un nombre que lo identifique “porque no es una suma de frentes, sino un espacio nuevo”.
En Mendoza y en Jujuy, donde suceden alianzas similares a la que se propone en Santa Fe, los espacios se llaman “Cambia Mendiza” y “Cambia Jujuy”. Y en Corrientes, donde se replica esta lógica, encontraron en “ECO Corrientes” el consenso para el nombre. ¿Será Cambia Santa Fe?
Mientras tanto, el sector interno del lifschitzmo dentro del socialismo prefiere dilatar los tiempos y hasta creen que precipitarse puede llegar a bajarle el precio a un partido que supo liderar durante 20 años el Frente Progresista. Sin embargo, desde la referencia de Antonio Bonfatti están convencidos que hay que sentarse en la mesa del asado, y saben que el que se sienta primero conduce y el resto va a la cola.
“Hermes Binner fue a buscar a Alberto Natale para fundar el Frente Progresista junto a la UCR y el PSP, siempre fue amplio el espectro del Frente Progresista”, dicen algunas voces del armado en referencia al dirigente histórico del PDP, quien fuera intendente de Rosario durante la última dictadura entre el 81 y el 83 y de ideas liberales.
Por ahora, el asado sigue frío y se busca en la semanas que siguen echar brasas a esta idea.
Reagrupa al pelotón
Hacemos Santa Fe, el espacio político de Perotti dentro del peronismo, se reunió en el camping del Sindicato de Confiteros para relanzar con fuerza el trabajo hacia el 2023. Funcionarios, intendentes, presidentes comunales, militantes y sindicalistas se hicieron presentes para trabajar en comisiones y escuchar los discursos de los referentes.
Desde las 14 horas del viernes, nueves comisiones de debate se conformaron en el espacio verde del gremio. Los ejes fueron obras viales y caminos rurales, conectividad, acueducto del Gran Rosario, y Plan Incluir, entre otros.
La ministra de Gobierno Celia Arena explicó que funcionaron para que sea una “instancia de charla sobre estos temas, sino también una oportunidad para que cada participante tenga herramientas para hablar de la gestión en su territorio, y también para decir lo que falta desde su lugar”.
Perotti cerró la jornada con un discurso cargado de mística y arenga a la militancia, marcando el rumbo hacia el futuro e intentando potenciar lo que fortaleció al espacio contra sus adversarios internos en el 2021. Roberto Mirabella, diputado nacional y ladero del gobernador, fue el otro principal orador, y hoy es el dirigente que quiere potenciar el grupo para el camino hacia la Casa Gris.
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