Este martes comenzó en el Centro de Justicia Penal de Rosario el juicio por el crimen de Eduardo Trasante, ex concejal y pastor evangélico que fue ultimado dentro de su casa el 14 de julio de 2020. Aquel día, según detallaron los fiscales Matías Edery y Gastón Ávila, dos hombres tocaron el timbre y cuando su esposa atendió, pasaron hasta el fondo del pasillo para luego dispararle dos veces sin mediar palabra: el primer tiro en su mano y el segundo en su cabeza. Un rato antes, un Peugeot 308 blanco que había sido robado y preparado para el hecho, había merodeado la zona. Y en los teléfonos de quienes la Fiscalía acusa por el hecho, había circulado una foto del frente de la vivienda, más otras con los carteles que se presume que pensaban dejar para desviar la investigación.
En la primera jornada de debates frente al Tribunal compuesto por Pablo Pinto, Ismael Manfrin y Paola Aguirre, hubo presencia de referentes del arco político, como el diputado nacional Eduardo Toniolli, los diputados provinciales Carlos Del Frade y Lucila De Ponti o la titular del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck. Además, estaban Juan Monteverde, Caren Tepp y otros integrantes de Ciudad Futura, que movilizó a la puerta del Centro de Justicia Penal. Trasante, cabe recordar, había militado en ese espacio y llegó a ocupar una banca en el Concejo por CF.
Los acusados son cuatro: Facundo Sebastián López, Alejo Leiva y Brian Nahuel Álvarez y Julio Rodríguez Granthon. Este último es peruano y está preso en la cárcel federal de Marcos Paz, luego de haber sido condenado dos veces por narcotráfico. Para su abogada, Mariana Barbitta, la nacionalidad de su defensor es un estigma por el cual termina siendo un perseguido de la justicia, que lo acusa por un caso en el que “no tuvo nada que ver”. El propio Granthon -de hecho- pidió la palabra para decir que no tenía relación con el crimen “del concejal ese”. Fue en el inicio de la jornada y cuando debía presentarse. Allí pidió ausentarse del debate porque tenía a su familia de visita en la cárcel.
La teoría de Fiscalía
Para Ávila y Edery, Rodríguez Granthon mandó desde la cárcel una persona de su confianza a buscar un auto robado, que lo puso a disposición de los autores materiales. Y luego hicieron circular fotos del domicilio de Trasante marcando donde debían atacar.
“Fue una primera jornada de presentación de la teoría del caso, de la Fiscalía y de las defensas. Nuestro petitorio es que condenen a los cuatro acusados a la pena de prisión perpetua, por haber existido una promesa remuneratoria, por la participación de dos o más personas y por haber tenido una planificación. En cuanto al móvil, no es una exigencia del tipo penal que lo haya”, dijo Ávila al terminar el primer día de debates.
Para mañana se espera que declare la viuda de Trasante, que asistió al juicio fuertemente custodiada. Por el crimen de su marido, según deslizaron los fiscales, se habría pagado medio millón de pesos. Durante las audiencias, anticiparon que habrá conversaciones telefónicas que mencionan ese dato. Cuando fue el crimen del ex concejal, Rodríguez Granthon estaba preso en Piñero. Y compartía pabellón con “Teletubi” Delgado, que fue por la muerte del hijo del pastor evangélico en el célebre triple crimen de Villa Moreno, de 2012.
Este último dato -la convivencia en un mismo pabellón de Granthon y “Teletubi” podría llevar a una de las hipótesis sobre el móvil del asesinato de Trasante. “Durante la investigación analizamos múltiples caminos, la vida política y pastoral de la víctima, e inclusive los eventos que terminaron con la vida de sus hijos. Lo que sí sabemos, más allá del móvil, es que estas cuatro personas que acusamos sabían que iban a matarlo y aportaron elementos para hacerlo. A los autores materiales es difícil que podamos llegar, aunque el camino está abierto”, finalizó el fiscal Ávila.
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