Emilia Mernes recordó los siete meses que vivió en Rosario en la antesala a los dos conciertos que dará en la ciudad el 15 y 16 de octubre próximos. En diálogo con Boing y sus Secuaces, dijo estar ansiosa por volver después de tanto tiempo, ya que consideró que es “mi segunda casa
En Rosario, Emilia cursó parte de la carrera de Letras en la UNR. Por ese motivo, destacó que sus compañeros “están invitadisimos y yo estoy feliz por el reencuentro”. Asimismo, recordó que era habitué de una cervecería que se encuentra frente a la Plaza López, sobre la Avenida Pellegrini. “Me pegaba unos pedos épicos”, reveló entre risas.
Sobre los shows que dará, la artista comentó que está “involucrada en todo porque me gusta y me apasiona”. “Me meto hasta en las visuales, el vestuario, los maquillajes. Todos los detalles porque es fundamental”, añadió.
Asimismo, Emilia destacó: “Muchas veces me pasa que me despierto y me pongo a agradecer. Me pregunto si esto de verdad está pasando. Hay mucho sacrificio y trabajo detrás, pero me siento bendecida de poder vivir de lo que amo”.
“Al principio fue muy difícil irme de mi casa. Separarme de mis padres y mi perrito, soy muy mamenga, me costaba mucho. Lloraba y padecía. Más allá de eso, nunca dejé que eso me ganara y uno se acostumbra. Cada vez que vuelvo a casa es como ser la Emilia de antes, que me considero la de antes. Tengo mis amigas de toda la vida, el plato de comida caliente y la panadería de mi papá y mi tío”, contó quien ya está conviviendo con Duki.
Para concluir, Emilia recordó cuando era una niña en su Nogoyá, Entre Ríos, natal. Así, comentó que se siente “la cumbianchera número uno”, ya que de chica creció “escuchando Los Palmeras porque a mi papá le encantan”. “Absorbí mucho y me encantan también. Así como las Bandana y los Mambrú”, dijo.
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