Comer churros en la playa es una de las actividades más esperadas por aquellos que se trasladan a la costa. Con dulce de leche, crema pastelera, batata, membrillo y hasta roquefort, se convirtió en un alimento característico de las ciudades balnearias.
En este contexto, y debido a la creatividad de los últimos años, la churrería El Topo se ganó el corazón de los argentinos, tanto en las redes sociales como en los locales. Para conocer el surgimiento de la empresa familiar y la logística de fabricación del producto, el gerente de la marca en Villa Gesell, Juan Navarro, conversó con Antes de Todo por Radio Boing.
“A las 4.30 de la mañana arrancamos a trabajar. Nos preparamos para la salida de los chicos del boliche, la masa y los rellenos para la tarde. Tenemos que tener todo listo para las ventas en el mar”, comenzó quien también se desempeña como CM de la franquicia en Twitter.
En la misma línea, explicó que los vendedores que recorren las carpas y sombrillas de los turistas son independientes. “Sacan su permiso municipal y pueden acercarse a cualquier churrería. Nosotros contamos con un staff de más de 30 personas en esta área y tenemos camionetas que rellenan las canastas cuando nos piden”, indicó.
Al ser consultado por el origen de la franquicia, explicó que su padre y padrino se radicaron en Villa Gesell en 1968. “Después del éxito de la primera temporada, se dividieron entre este local y Necochea, donde pusieron otro más. Ahora, compartimos la marca pero cada familia se hace cargo del suyo”, continuó.
Respecto al churro con roquefort, relleno que fue furor en las plataformas digitales, sostuvo que “es un sabor de culto” desde hace 54 años. “Antes no se difundían estas noticias y muy pocos sabían que existían. Ahora, con la popularidad de la marca, estamos muy contentos con el nivel de venta que tenemos en los productos salados”, enunció.
En la misma línea, reveló que el gusto vitel toné fue una ocurrencia navideña: “Para semana santa hicimos churros de vigilia con atún y kanicama. Como nos fue espectacular, probamos. No pensamos que iba a tener un gran revuelo, pero la gente nos está pidiendo que los mantengamos todo el año”.
Por último, Navarro expresó sus deseos de abrir una tienda en Rosario. “Les prometí en Twitter que íbamos a estar por allá pronto. Hace dos años que estamos evaluando poner un comercio en la ciudad, “, concluyó.
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