Esta semana se dio el primer lanzamiento oficial en Rosario hacia las candidaturas a intendentes. Por dentro de un espacio pan peronista, Roberto Sukerman y Juan Monteverde se sacaron una foto imitando los atriles de un debate, anunciando la competencia en las PASO del mes de julio. En la disputa a gobernador, el PJ tiene en la cancha a cuatro competidores y esperan la definición de qué hará Lewandowski, quien dilata la palabra final. En los últimos días, cobró fuerza la posibilidad de que Diego Giuliano aparezca en la disputa.
Sukerman lo soñó en 2019 y no fue posible por algunas situaciones puntuales. Pero esta vez se va a dar, la foto junto a Monteverde ya salió en las redes, e hicieron notas juntos en los medios. La asamblea de Ciudad Futura ya definió hace rato participar de un gran acuerdo con el peronismo en 2023 y es una organización consecuente con las definiciones en sus plenarios. En las elecciones ejecutivas anteriores se cayó porque las solicitudes que habían hecho no fueron cumplidas a último momento, pero ya es cosa del pasado.
El Movimiento Evita tiene un acuerdo político provincial con Ciudad Futura. Apoyará la candidatura de Juan Monteverde acá, a cambio de reciprocidad en la posible candidatura de Eduardo Toniolli a gobernador. Además, compartirán listas a concejales y a diputados provinciales en las internas en el peronismo.
Sin embargo, hay negociaciones abiertas con el rossismo para lograr un gran frente electoral en conjunto a nivel provincial. Por ese sector está lanzado Leandro “Kiko” Busatto y parece que no tiene ideas de bajarse por las inversiones en cartelería que hizo en la previa al cierre electoral del 12 de mayo. En ese sentido, intentan encontrar nuevamente los puntos en común para confluir en la lista a gobernador, tal como pudieron hacerlo en 2021, pero ahora con Ciudad Futura adentro.
Mientras tanto, Lewandowski sigue sin definir su futuro y sus más cercanos comenzaron a deslizar la posibilidad de que no juegue en ninguna de las dos categorías. Su intención de voto es buena tanto a gobernador como a intendente, pero no está convencido por la falta de apoyo de las distintas estructuras del peronismo local y de Santa Fe. Además, su lectura política es que, si el “no” juega en toda la bota, la provincia y la nación serán conducidas por la oposición, lo cual lo coloca en una posición de debilidad en cuanto a las necesidades de Rosario. Y entiende que no tiene las garantías necesarias para salir a buscar la conducción de la Casa Gris.
Si Lewandowski no juega en Rosario, Perotti no ve con malos ojos apoyar a Alejandro Grandinetti como el candidato desde su espacio “Hacemos Santa Fe”. El 20 de abril puede haber algunas definiciones al respecto, pero no hay demasiada claridad porque el hermetismo que caracteriza al gobernador en estos temas hace que la incertidumbre siga creciendo.
Otra variable es Alejandra Rodenas. No puede competir por la gobernación porque lo prohíbe la constitución, pero está dispuesta a encabezar una lista de diputados provinciales. Su armado desde el NES, su buena relación con Rossi y Alberto Fernández, y su vínculo por las candidaturas pasadas con el Evita la colocan en una posición expectante de cara a la posibilidad de este gran acuerdo.
Roberto Mirabella, ladero del gobernador, también juega su ficha para ser el sucesor de Perotti. Presentó su libro “Defendamos Santa Fe”, en un tono de lanzamiento de cara a la candidatura, y busca en sus recorridas productivas y las declaraciones en los medios levantar su nivel de conocimiento para convertirse en competitivo. El titular del Ejecutivo provincial tiene claro que va a encabezar la lista de diputados provinciales, eligiendo a 27 laderos más para que lo acompañen en épocas de reclusión hacia las trincheras.
Ahora, emerge el nombre de Diego Giuliano como una de las sorpresas para competir en la categoría a gobernador. El ministro de Transporte recibió el apoyo sobre el fin de semana de dirigentes políticos y gremiales de toda la provincia, hizo una presentación sobre su gestión al frente de la cartera, y hasta se especula con la posibilidad de un acercamiento con los sectores del rossismo provincial por el vínculo entre Sergio Massa y Agustín Rossi. Era una figura que siempre estuvo pensada para que encabece diputados nacionales si el ministro de Economía se lanza a la presidencia, pero las especulaciones en la recta final lo pusieron en el candelero.
La sensación es que más allá de quien gane la interna del peronismo, la diferencia con el frente de frentes -o Sumemos por Santa Fe muy pronto- va a ser insalvable entre las PASO y las generales, y que la conducción del peronismo provincial va a seguir en manos del gobernador si es que gana la categoría legislativa y logra un caudal de votos importante. Todos los que quieren competir tienen la ilusión de ganar y fortalecerse en una interna de enanos, pero también es una realidad que la tendencia nacional y provincial que se ve en todas las consultas y en el termómetro del círculo rojo parece irreversible.
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