El delantero de 37 años volvió a dar cuenta de su genialidad. En el encuentro de ayer de Colón ante Godoy Cruz, el tucumano metió un golazo olímpico de tres dedos y un penal con un toque distintivo. El partido terminó 3 a 1 para los santafesinos en el estadio de Patronato de Paraná, ya que el Brigadier Estanislao López está en refacciones.
A los 20 minutos de la segunda etapa, cuando el choque estaba empatado en 1, Luis Miguel Rodríguez ubicó el balón en el vértice derecho del campo de juego y se aprovechó del paso adelante del arquero tombino, Espínola. El “Pulga” sacó un remate cerrado, con el revés del pie, y decretó el 2-1 parcial.
Sin embargo, el ex Atlético Tucumán y Newell’s no quedó conforme y fue por más. Cuando quedaban poco menos de 15 minutos para que terminara el encuentro, se paró frente al punto penal y lo pateó sin carrera, con un toque suave.
“El arquero me dejaba bastante espacio, quise tirar el centro al primer palo, justo agarró la comba y se metió, la termina metiendo él, pero entraba igual”, se sinceró respecto a su primera anotación. Y agregó: “Estamos tranquilos, en Gimnasia también me fue bien, hice bastantes goles, pero ahora estoy en nueva etapa, tengo que tratar de acoplarme rápido al grupo y pensar que podemos conseguir cosas importantísimas con este equipo”.
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