El PRO ganó protagonismo esta semana a nivel nacional en la agenda mediática y política, y tuvo su réplica en Santa Fe. El lanzamiento de Horacio Rodríguez Larreta vía Twitter y la visita de María Eugenia Vidal a la provincia destapó un cuadro de internas en el macrismo que lo coloca en el candelero central en el camino a la Casa Rosada. En nuestro territorio, apuesta a las alianzas estratégicas con el radicalismo para gobernar Santa Fe, por el momento sin elegir bandos. Con el calendario electoral sobre la mesa se precipitaron algunas definiciones pero sigue siendo el más paciente a la hora de ser taxativos con los apoyos específicos.
Macri apoyó públicamente el lanzamiento de Larreta con su slogan #Hora2023, pero por otro lado tiró a la cancha a la ex gobernadora de Buenos Aires. Bullrich, que recolecta votos más radicalizados en el interior del país, espera cómoda y sin apuros mirando el escenario, sabiendo que puede ser un elemento ordenador. Vidal le lima más las bases electorales al Jefe de Gobierno porteño que a la ex ministra de Seguridad, por lo cual la acción de sostenerla en la cancha es meramente especulativa en ese sentido.
Vidal en Santa Fe tuvo agenda colectiva, con un almuerzo de camaradería con todo Juntos por el Cambio, y después eligió realizar actividades especiales con Carolina Losada y con Maximiliano Pullaro, hoy los dos candidatos del frente opositor que más lanzados están hacia la gobernación, aunque con diferencias en la contundencia a la hora de transmitirlo públicamente. No hay que dejar de lado que Vidal llega con el padrinazgo de Mauricio Macri, primer interesado en que se construya poder en la bota santafesina y casi un obsesionado por ganar las provincias del centro.
Con Losada, Vidal tuvo una visita a una madre de un chico de 17 años asesinado en Rosario. Gerónima Benítez las recibió para charlar sobre el flagelo más importante que sufre hoy la ciudad y la provincia. Después, con Pullaro, recorrió la estación policial sudoeste y dialogaron con tres colaboradores sobre seguridad y violencia urbana. Al lugar fueron los dos solos en un auto, y se especula con una charla profunda entre ambos.
Esto deja al descubierto la voluntad del PRO de no presentar candidato a gobernador, sino darle el apoyo a alguno de los dos competidores de la UCR que encabezan las encuestas y muestran sus intenciones de conducir los hilos de la Casa Gris. Con acuerdos estratégicos en Rosario -suma fuerza la posibilidad de que el vicepresidente del PRO nacional, Federico Angelini, compita por la intendencia-, puede aportar la estructura, el sello, las figuras y los recursos que bajan desde CABA para quien termine cerrando con ellos.
Angelini y todo el PRO institucional santafesino, salvo algunos dirigentes díscolos, realizaron agenda y se mostraron unificados en el armado del frente con el sector de Maximiliano Pullaro. Sin embargo, nadie asegura que en el cierre del 12 de mayo eso se convierta en un acuerdo electoral. Con Losada en la cancha y con Macri viéndola ganadora desde la capital federal, es probable que el barco amarillo pueda tomar un nuevo rumbo. La doble agenda de Vidal, armada por el propio equipo del PRO local, con el ex ministro de Seguridad y la actual senadora nacional, eleva esas especulaciones a dos meses y medio de la campana final.
Javkin no se baja de la carrera hacia la gobernación, aunque hoy su candidatura depende más de la decisión que tome Losada que de su propia voluntad. La posibilidad de repetir en Rosario sigue latente por la indefinición de ella, y todos saben que para ser competitivo el frente de frentes en la ciudad tiene que haber un cuadro de internas fuertes. Usar la PASO como herramienta de potenciar a un candidato, sea gobierno o no, es algo que muchos partidos han subestimado y la historia corta de este sistema electoral marca que sirve una rivalidad sana en la previa a las generales para sacarse el óxido y apuntar las luces hacia ese contrapunto. En ese esquema se anota Angelini, como anticipamos, pero también otros actores del radicalismo y del PRO.
Pullaro es un inamovible en la competencia por la gobernación, como se sabe desde ya hace un tiempo, y hoy por hoy la otra que va a estar sí o sí en la boleta única es Clara García. El socialismo tiene decidido competir en todas las categorías con candidatos propios para medir fortalezas y conseguir por la propia los lugares legislativos. En 2021 cosechó en las generales para el Senado nacional casi la misma cantidad de votos que Pullaro y que Losada en la PASO, y con ese análisis se ilusionan desde el equipo de trabajo de la diputada provincial. Además, insisten con que la elección ejecutiva es diferente a la legislativa y que la experiencia puede ser un elemento sustancial a la hora de que los sufragantes elijan por uno o por otro.
Hay algo que queda claro en cada comicio, la gente elige según lo que ve más parecido al frente que representan. El frente opositor santafesino tiene mucho del viejo progresismo, pero el que entienda que pintarse de amarillo y salir a la cancha sin medias tintas te posiciona por sobre el resto, sacará una luz de ventaja en la cancha. Losada ganó la interna porque consiguió que el electorado PRO la acompañe aunque se identifica con la UCR, a Pullaro le fue bien y compitió porque su discurso estuvo radicalizado y no se puso colorado para hablar de las bonanzas de Bullrich al frente del ministerio de Seguridad en articulación con su gestión, y en ese camino continúa. Quienes apelen a las avenidas del medio para temas centrales de necesidad y urgencia para la ciudadanía, probablemente pierdan protagonismo en el camino hacia las urnas.
El PRO no tiene candidatos a gobernador, pero tiene los recursos humanos y políticos para ser nuevamente un ordenador de las elecciones. Además, posee la birome en CABA, donde se cocinan muchas cosas antes de bajar a la provincia. Vidal llegó a Santa Fe y movió el avispero de un año electoral que recién arranca.
Comentarios