Javier Milei juró este domingo como nuevo Presidente de la Nación ante el Congreso de la Nación e inició un nuevo mandato en el ciclo democrático ininterrumpido desde el retorno de la democracia en 1983 con Raúl Alfonsín.
Luego de firmar el Acta Notarial ante el Escribano General de la Nación, el Presidente no dio el clásico discurso en el recinto, sino que lo hizo en las escalinatas del ingreso al Congreso, sobre la Avenida Entre Ríos.
“Hoy comienza una nueva era en Argentina. Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive. Comenzamos el camino de la recostrucción de nuestro país”, comenzó con su discurso.
“Los argentinos de manera contundente han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno. no hay vuelta atrás, hoy enterramos décadas de fracasos y disputas sin sentidos”, continuó.
Luego, manifestó: “Hoy comienza una nueva era en argentina, de paz y prosperidad, de libertad y progreso”.
“En 1853 decidimos como pueblo abrazar las ideas de la libertad sancionando una Constitución liberal. Lo que vino después fue la expansión económica más impresionante de nuestra historia que nos convirtió en potencia mundial”, repasó.
“En algún momento, los políticos decidieron abandonar el modelo que nos había hecho ricos y abrazaron las ideas empobrecedoras del colectivismo. Han insistido durante más de cien años en defender un modelo que sólo produce pobreza. Señores: ese modelo ha fracasado”, agregó Milei.
Por su parte, sostuvo: “Hoy recibimos la herencia de insistir más de 100 años con ideas equivocadas. Déjenme ser muy claro con esto: ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que vamos a recibir nosotros”.
“No hay plata. No podemos endeudarnos, no podemos emitir y no podemos seguir asfixiando al sector privado con impuestos. No hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock”, aclaró el nuevo Presidente.
“Será duro. Pero como dijo Julio Argentino Roca: ‘Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo, cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos, si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios’”, agregó.
Cerca del final, anunció: “Nuestro país exige acción y una acción inmediata. No va a ser fácil. 100 años de fracasos no se deshacen en un día. Pero un día se empieza y ese día es hoy”.
“El desafío que tenemos por delante es titánico pero estoy convencido de que vamos a salir adelante. Porque la victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados, sino de las fuerzas que vienen del cielo. Que Dios bendiga a la República Argentina”, cerró.
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