En las últimas horas estalló un escándalo en la ciudad de Rosario en torno al empresario Martín Stauffer, quien quebró Contact Center & Recovery, una de las firmas de Hey Latam. El hombre denunció penalmente a 3 de los trabajadores que revivieron la empresa mediante la cooperativa RecTuel.
Según dijeron los ex empleados de la compañía, Stauffer busca “criminalizar la protesta”. Y añadieron que “en este planteo y reclamo fuimos acompañados tanto por el Ministerio de Trabajo, cómo por las Justicia laboral, incluso con previas resoluciones de parte de la fiscalía que determinaron lo mismo”. En ese sentido, piden a la Justicia que no acompañe la denuncia del empresario.
Los trabajadores, entre los que se encuentran estudiantes, madres y padres, algunos solteros, afirmaron que la patronal “busca avanzar nuevamente sobre nuestros derechos, que sigue limitando la posibilidad de cobro de los salarios adeudados y la posibilidad de continuar trabajando, cómo vienen planteando en el proceso de quiebra”.
Desde que el call center Hey Latam reabrió como cooperativa, los trabajadores han participado en la inscripción de las Becas Progresar con 18 y centros comunitarios. De esta manera, buscaron mantener las fuentes laborales mediante una “pata social”.
Stauffer “mintió sobre su situación económica y dejó en la calle a 300 familias el 1 de Diciembre de 2020″, dicen los empleados del Call Center. Martín es “Hey Latam”, el nombre de fantasía de la la empresa que nació en 2002 y que está conformada por dos razones sociales: Key Market y Contact Center & Recovery. “La crisis fue una oportunidad para precarizar luego de que terminaran las ATP y haber ganado sin parar durante la cuarentena”, añadieron.
La estrategia siempre fue clara, según entienden: “Deshacerse de muchos empleados con retiros voluntarios, cerrar la empresa y reabrirla con menos trabajadores, sin antigüedad y sin derechos”.
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