El “no” anuncio del Gobierno Nacional respecto a la Ley de Alquileres y su supuesta suspensión puso en alerta el mercado inmobiliario. A la espera de definiciones, muchos propietarios pusieron en pausa las gestiones sobre sus domicilios y potenciales inquilinos quedaron en el aire.
La semana pasada desde el espacio de Alberto Fernández y Sergio Massa se dejó trascender que la actual ley que regula los alquileres en la Argentina, la cual como punto más importante tiene los aumentos anuales establecidos por un ratio calculado entre la inflación y los sueldos, sería suspendida.
Sin embargo, pasaron dos publicaciones del Boletín Oficial y no hubo noticias respecto de esa medida. A pesar de ello, los propietarios advirtieron que las reglas del juego podían ser cambiadas a la brevedad y encomendaron a las inmobiliarias suspender las gestiones de alquiler de sus inmuebles.
Por ello, muchos potenciales propietarios que habían señado las viviendas fueron llamados por las inmobiliarias para recuperar su dinero, ya que los contratos no se realizarían ante la incertidumbre.
“Por el momento, la ley sigue vigente. Desde el rumor que se corrió se publicaron dos Boletines Oficiales, que no informan absolutamente nada que modifique, suspenda o derogue la norma”, indicó Emmanuel Canelli, presidente de la Asociación de Inquilinos de Rosario, en diálogo con RedBoing.
En ese sentido, Canelli remarcó que desde que se “difundió este rumor, incluso el Colegio de Corredores Inmobiliarios reconoce que la ley sigue vigente”, y que “no hay nada oficial”. No obstante, la incertidumbre provocó la paralización del mercado dejando a personas que se encontraban a punto de firmar nuevos vínculos con la birome en la mano.
“Lo que podría pasar en las próximas semanas es difícil dilucidarlo. Existe una incertidumbre total, que generó frenos en firmas de contratos y renovaciones. Y se inaugura a unos meses de cuestionamientos sobre la vigencia de la ley, me refiero a inmobiliarias puntuales que confunden sobre los derechos que tienen las personas que alquilamos”, concluyó.
Diego Ferreyra, integrante del Departamento de Comunicación del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario dijo que a pesar del “trascendido que circuló de versiones oficiales a hoy no hay nada”. “La ley actual es la vigente. Es cierto que hubo una gran cantidad de consultas por parte de los distintos actores y mucha incertidumbre”, continuó. Y explicó: “Estamos en el minuto a minuto, en el caso de que suceda alguna modificación, porque creemos que es necesario retocar esta ley que tiene sus defectos. Pero hasta el momento esta es la realidad“. “Tenemos la cautela necesaria para estas situaciones en ambos lados. Lógicamente un nuevo marco aumentaría la oferta. Con esta eventual suspensión de la ley por seis meses, ya sería materia del nuevo Congreso el tratar una nueva ley que fomente la cantidad de inmuebles en alquiler”.
La Ley de Alquileres tuvo un amplio consenso legislativo y había sido aprobada por la Cámara de Diputados durante noviembre del 2019 durante el gobierno de Mauricio Macri pero sancionada en el Senado en junio del 2020. Esto introdujo al mercado dos cambios claves. Extender la duración de los contratos de dos a tres años y convalidar una sola actualización anual del valor mensual del alquiler de acuerdo a un índice que combina la evolución de los salarios y la inflación.
Eduardo Toniolli, diputado nacional por el Frente de Todos y referente del Movimiento Evita, señaló en Todo Pasa de Radio Boing que fue tratado en las distintas comisiones una serie de modificaciones a la ley, de las cuales salieron dos dictámenes a tratar en las Cámaras.
En ese sentido, Toniolli remarcó: “El problema no es la ley, sino la situación económica. No estoy de acuerdo con derogar la ley. Lo mejor que tuvo el debate fue que pasaron especialistas que plantearon sus argumentos y quienes conocen del tema mostraron algunos números que dan a entender que el conflicto empezó en 2017 con la depreciación de la moneda. La compraventa de inmuebles se hace en dólares, y el alquiler en pesos. Por lo tanto es imposible lograr un paralelo entre lo que se obtiene por vender o por alquiler. Por eso hubo una estampida hacia ese lado”.
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