Facundo Campazzo busca reinventarse en Denver y esta semana volvió a tomar un pequeño impulso en el mejor básquet del mundo luego del momento de zozobra que vivió días atrás respecto a su futuro. Aunque en el último partido ni siquiera ingresó, el base argentino no será utilizado como moneda de cambio. Si bien todavía queda una posibilidad de volver el básquet europeo, todo indica que la temporada la va a terminar en la franquicia de Colorado, a pesar de la montaña rusa de emociones que le toca vivir por estos días. El regreso de Monte Morris lo dejó fuera de la rotación en la madrugada del jueves tras tres partidos con más de 20 minutos de promedio en cancha y buenas producciones. Encima en las próximas semanas se incorporaría Jamal Murray, otro perimetral clave en el andamiaje de los Nuggets por lo que Facu quedará muy relegado en la idea del entrenador Michael Malone. Situación que llevó a suponer su inminente salida.
Días de incertidumbre
Cuando Facu llegó a la NBA muchos pensaron que arribaría y se comería el equipo como lo hizo en todos los lugares donde estuvo, pero rápidamente el entrenador Malone mostró de qué se trataba. Campazzo pelearía por ser el segundo o tercer base del equipo. Pero con distintas lesiones y en medio de los protocolos covid el oriundo de Río Tercero se metió en el bolsillo a propios y extraños y hasta llegó a arrancar como titular en varias ocasiones. Claro que nada es definitivo y hoy está por debajo de Monte Morris, quien volvió esta semana y la rompió ante los Warriors; de Bones Hyland, un joven de 21 años con un pasado trágico que tiene unas condiciones naturales notables, y se espera por la vuelta en marzo del base titular y figura: Jamal Murray.
Pese a esto, el base argentino es uno de los más queridos por el público de la franquicia de Colorado. Su desparpajo y carisma tuvieron una simbiosis especial con los hinchas desde el primer momento. Pero las necesidades del equipo que comanda Malone lo tuvieron fuera del radar por algunos días y eso generó incertidumbre en los fanáticos y en el mismo entorno del cordobés. Denver necesitaba conseguir un jugador importante que le dé minutos de descanso al serbio Nikola Jokic, jugador franquicia y estrella del equipo, ganador del premio al jugador más valioso (MVP) en la última temporada. Ante esta urgencia, manager y staff técnico pusieron a varios jugadores como moneda de cambio y uno de ellos fue el base de la Selección Argentina.
La idea de Denver era reforzar con un jugador importante de algún equipo que ya no pelee por nada y quisiera liberar salario para la próxima temporada. Pero como el salario de Campazzo es relativamente “bajo” (unos 4 millones de dólares) no sirvió para entrar en la negociación por el sistema de tope de sueldos que tienen los equipos de la NBA (venía un jugador “caro” y se iba uno “barato”, ecuación inviable). Inclusive se puso en marcha un plan para que pueda entrar en una triangulación de equipos, que podría haber terminado con la llegada del cordobés a Los Ángeles Lakers y ser compañero de íconos como Russell Westbrook, “Melo” Anthony y LeBron James. Pero nada prosperó.
Europa todavía es una posibilidad
Con el libro de intercambios cerrado en la NBA, ya no quedan alternativas de que pueda jugar en otro equipo lo que resta de la temporada. Pero su chance europea todavía no está cerrada. El libro de pases de la Euro cierra el 24 de febrero y algunos portales del viejo continente todavía lo vinculan a su ex equipo, el Real Madrid. Los merengues van con todo por la Euroliga y el cordobés sería oro en polvo si llega como refuerzo. Para ello, Campazzo debería romper el contrato con la franquicia estadounidense e incorporarse al equipo español. Algo que parece poco probable. El base de la selección nacional tiene vínculo con Denver hasta fin de temporada y una vez concluida la misma deberá renovarlo o buscar nuevos horizontes.
¿Le dará la nafta a Denver?
El cimbronazo de los intercambios terminó y Denver ya mira el último tercio de la temporada con relativo optimismo. En la última semana volvió Morris y fue clave, y en unas semanas retornará Jamal Murray, por lo que la fanaticada se ilusiona, aunque estos retornos no son buenas noticias para los seguidores de Campazzo.
El equipo se encuentra en el sexto lugar de las posiciones del Oeste, último lugar directo a playoffs. Del 7 al 10 jugarán un play inn (un partido) para disputar los dos lugares restantes. Más allá de los retornos en el perímetro, sin ese recambio necesario para Jokic parecería que una vez más el equipo se va a quedar sin nafta en playoffs.
Si bien la Liga está muy pareja y no aparecen equipos descollantes, hoy Phoenix y Golden State se encuentran unos escalones por encima del resto, sin descartar al joven equipo de Memphis que con escasa presión puede dar la sorpresa en los mata mata.
Facu y su montaña rusa de emociones
Muchos podrían haber considerado que un traspaso le concedería una bocanada de aire fresco y más minutos para demostrar su talento. El hecho de quedarse lo puede hundir en el ostracismo del plantel. Sin embargo, su temperamento y coraje lo enmarcan en un pequeño gigante que ha demostrado con el correr de los años haber desafiado los cánones de este deporte. Desde aquellos Campeonatos Argentinos con la camiseta de Córdoba en inferiores, cuando se le reían por su altura, a los primeros partidos en Peñarol y el descreimiento de que alguien de su talla podía guiar a un equipo multicampeón. Desde su partida a Europa y el roce con los gigantes europeos, al final del túnel con luz NBA. Siempre con el manto de dudas sobre sus espaldas, pero que en todo momento no hizo más que sacárselo y usarlo cuan torero esperando a su víctima. Siempre fue por más y lo consiguió.
La temporada le concedió una vida más y pese a todas las contras no la quiere desaprovechar. Deberá demostrar en cada minuto que tenga para convencer al DT de poder ser una alternativa viable en la rotación. La vorágine del torneo estadounidense tiene estas cosas: muchos partidos, poco descanso y vaivenes en las rotaciones de los jugadores para administrar energías en el tramo final de la temporada regular. En medio de todo eso se encuentra el argentino, de cabeza siempre fuerte en su carrera, pero con el malestar lógico por no poder hacer pie como hubiese querido.
Campazzo tomó el primer cachetazo para despabilarse y seguir demostrando su talento. En un país que impone lo descartable, el crédito de Río Tercero se les paró de manos y volvió a levantarse. Pero la última función del equipo sólo lo tuvo sentado en el banco. Se verá cómo sigue todo tras el fin de semana de Estrellas en la NBA. El “enano” atómico querrá volver a brillar cuan Sirius en la noche. Aunque para ellos sea uno más, sigue siendo el mejor de los nuestros.
Comentarios