El establishment del derecho y la política de la ciudad capital de la provincia pretende que Roberto Prieu Mántaras sea el próximo fiscal General de la Provincia. La renuncia de Carlos Arietti al concurso después de las entrevistas se traía consigo una prueba indicial de que el poder real ya había elegido entre sus postulantes. Tenía que ver con esto, colocar todos los focos en un solo candidato a dirigir el MPA para poder así centralizar los pedidos y la rosca con la política en la Legislatura.
Veníamos contando desde esta columna que los distintos espacios que hoy construyen la mayoría en la Asamblea Legislativa se debaten entre dos nombres de los 3 que quedaron, y precisamente a Prieu Mántaras ni siquiera lo tienen en consideración y no pasa la Asamblea. Para radicales, socialistas, PRO, CREO y PDP la discusión pasa por si debe ser el momento de una mujer, como es el caso de Vranicich, o si el indicado es Javier Beltramone, el juez de Cámara de Rosario.
Sin embargo, las presiones no tardaron en llegar. Llamados desde las altas esferas del Poder Judicial a distintos políticos para que acompañen la posibilidad de que el gobernador termine enviando el pliego de Prieu Mántaras. De hecho, hubo declaraciones esta semana que hicieron estallar la tensa calma que se vive en la siesta santafesina.
Mónica Fein, diputada nacional, expuso en una nota periodística que el fiscal General tenía que ser de Rosario, y que no se imaginaba alguien al frente del MPA al que haya que explicarle dónde queda Empalme. Eso generó una reacción por parte de quienes están detrás de la candidatura de este juez de la Capital provincial, que derivó en un llamado, no tan amigable, de Rafael Gutiérrez, ministro de la Corte que está interesado en que sea el juez santafesino el próximo titular del Ministerio Público, al presidente de la Cámara de Diputados Pablo Farías.
No sólo Gutiérrez puja por él. Hay sectores del peronismo en el Senado y en el Gobierno provincial que no ven con malos ojos que el próximo fiscal General sea santafesino, ya que hasta ahora uno fue de Venado Tuerto y otro de Rosario desde que se creó el organismo. Además, Prieu Mántaras les garantiza una institucionalidad que quieren recobrar con este nuevo armado de cara a una nueva administración que se avecina.
Más allá de la ciudad donde vive, lo que no le cierra a la política y a gran parte del MPA es el nombre en sí mismo. Prieu Mántaras posee antecedentes que, según ellos, no se condicen con una persona que pueda estar al frente del organismo de persecución penal de la provincia. Estuvo en contra del sistema acusatorio en sus inicios porque le quitaba poder a los jueces, aprobó sistemáticamente los recursos de inconstitucionalidad contra el MPA en las causas que le llegaban a él.
Además, sus fallos en tema de género enciende las alarmas de las Asociaciones de Fiscales y de muchos que entienden que la perspectiva de los tiempos que corren no puede faltar en la persona más importante del organismo. Hace poco, desde la Cámara revocó una sentencia que condenaba a un hombre por violación de una menor de edad, y también desde su cargo dio marcha atrás con una sanción a una psicóloga de Grávida, un grupo católico al que el funcionario judicial es muy cercano, que quiso suspender el aborto de una nena de 12 años violada por su padre. Sólo por mencionar dos hechos del último tiempo, más allá de todos los que tiene en su largo recorrido en el cargo.
En los pasillos de la Justicia y de la Legislatura se generó el rumor de que si pasa desapercibido durante esta semana, el pliego de Prieu Mántaras puede ser el elegido. No sé en qué cabeza cabe que ante la situación que vive la ciudad de Rosario, el temor que hay en todo nuestro territorio, los medios y los políticos rosarinos no vamos a estar mirando de cerca lo que pasa con el titular del organismo a cargo de la persecución penal en la Provincia de Santa Fe.
No encontramos argumentos durante el repaso en diálogo con la dirigencia para que su nombre pase el aval legislativo. Sin embargo, la política es el arte de lo posible y a eso apuestan, generando una nueva disyuntiva. El que le cabe a la política, o el que está mejor preparado para enfrentar los desafíos enormes que vienen para el que esté al frente del MPA.
Por otra parte, Beltramone y Vranicich están hoy cabeza a cabeza en las consideraciones de los legisladores. Pasó el jueves, en donde se vieron las caras, y no hay muchas definiciones al respecto. Esta semana saldrán las ternas y no tardará mucho para que el gobernador envíe los pliegos elegidos para conseguir el aval en la Asamblea.
Hoy la luz de ventaja que saca Vranicich tiene que ver con que el sector de Pullaro, que tiene cerca de 15 votos, no la ve con malos ojos y está en duda, y que para sectores del gobierno provincial su alocución durante la entrevista del concurso fue “impecable” y tampoco la descartan. Sin embargo, todo depende de cómo cierre el esquema completo, y tranquilamente puede ser ella la elegida en Rosario para ser la encargada de la Regional 2° y Beltramone el elegido para dirigir el MPA.
El jurado no se puso colorado por dejarlo afuera de la terna final a Luis Schiappa Pietra de ambos concursos, tanto para la General como para la Regional, sin tener en cuenta los antecedentes académicos y laborales de una persona. Persiguió a Los Monos y continuó en todas las causas complejas derivadas de estas bandas, poniendo el cuerpo y la cara siempre en los medios a pesar de las amenazas constantes, pero eso no le alcanzó a la mayoría de los integrantes del tribunal para que sea uno de los enviados. A esta altura, nada sorprendería, porque ya perdimos esa capacidad ante los embates del lobby político/judicial de esta provincia.
No es un debate entre santafesinos y rosarinos, aunque muchos creemos que tiene que ser de acá, ni de buenos y malos, aunque debería plantearse en algún momento. Tiene que ser una discusión por la preparación, el contexto, la idoneidad para el cargo y los antecedentes que lo avalen. Pero sabemos bien que la política, cuando quiere, embarra la cancha.
El sombrero, la grulla y la reacción
Esta semana la política puso primera. Clarificado el panorama electoral en cuanto a los frentes y al calendario, los dirigentes salieron a la cancha en busca de resetear sus trabajos y revitalizar sus imágenes ante el electorado. La apertura de sesiones de Javkin, la visita de Aníbal Fernández por la seguridad y la firma del convenio con la UIF, y la Expo Agro como visita obligada, todo al unísono para calentar los motores del 2023.
Pablo Javkin abrió las sesiones del Concejo Municipal y emitió el último discurso de ese estilo ante los ediles locales. El marco fue el de una grada repleta de referentes de la sociedad civil -con su gabinete en la recepción como simbólico para enaltecer esa imagen- y la sensación que quedó flotando en el ambiente fue la de un relanzamiento para conseguir repetir el mandato en Rosario. Seguridad como tema central, rendición de cuentas en el plan de reconstrucción anunciado post pandemia, y centralizado en la identidad y en la emotividad del sentir rosarino para cerrar hasta con lágrimas de los presentes en el auditorio. Como dijimos en la semana, con la grulla en la mano.
Por su parte, la política reaccionó al estallido social en Barrio Los Pumitas y a los tiros al suegro de Messi, y salió con una batería de medidas, algo sobre actuadas, durante esta semana que pasó. Acto de Aníbal Fernández con Gendarmes -nunca quedó en claro cuántos vinieron nuevos-, una firma de convenio con la UIF, que ya estaba pensado pero que se aceleró con el conflicto, para que abra una oficina en Rosario y así perseguir la ruta del dinero negro que genera el narcotráfico, y distintas reuniones de los comités de crisis que hay por esta problemática que azota a la ciudad.
En este marco, muchos políticos locales, provinciales y nacionales llegaron a San Nicolás para recorrer la feria más grande del país. Expo Agro fue el lugar donde, con sombrero campesino en la cabeza de por medio, los dirigentes fueron a ver lo pujante de la industria del agro y atendieron a los medios de comunicación. Allí se dieron algunos cruces interesantes entre pre candidatos presidenciales de Juntos por el Cambio, por ejemplo, y dirigentes locales tuvieron su momento con algunos nacionales para la foto y la rosca. En el contexto en el que vivió Rosario toda esta semana, influyó poco en nuestra agenda, pero siempre es un termómetro y más en un año electoral.
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