El huracán Elisa pasó por la provincia de Santa Fe e hizo estallar por los aires al frente de frentes, aunque siga siendo más una voluntad de algunos que una realidad concreta. Carrió, la referente de la Coalición Cívica, puso paños fríos al avance en las negociaciones de un espacio que viene sorteando escollos y no termina de consolidarse. Las declaraciones de la ex diputada nacional apuntando duro contra el socialismo, puntualizando en Antonio Bonfatti y Galassi, y contra el intendente Javkin, generó reacciones de esos sectores y los demás aliados miraron atentos.
“Siempre fue un cobarde”, dijo Carrió sobre el intendente de Rosario, haciendo referencia a los años en que fue diputado nacional por su espacio y recordando, según ella, que desde esa banca nunca luchó contra el narcotráfico. Javkin respondió con un hilo de Twitter, lo cual generó que la declaración de ella tome vuelo, y la subió al ring innecesariamente.
Las declaraciones las había hecho en Rafaela, en relación a lo liberada que está la Ruta Nacional 34 en materia de controles de fuerzas federales en toda su traza. Allí, disparó dardos gruesos contra el socialismo, quien coquetea con sumarse a un gran frente, y se sumó a las voces de su alfil, Lucila Lehman, que antició hace algunas semanas que “Juntos por el Cambio no puede convertirse en un aguantadero de quienes fueron responsables del avance del narcotráfico en la provincia”. En estos términos, no hay manera de que el espacio del socialismo liderado por Bonfatti pueda cerrar filas dentro de un frente más amplio para enfrentar al peronismo si también lo integra la Coalición Cívica.
Carrió salvó de las críticas profundas a las figuras a los difuntos Hermes Binner y Miguel Lifschitz, pero fue el secretario general del Partido Socialista, Enrique Estévez, quien salió a contestarle en primer término. Así, le subieron el precio a las declaraciones de una mujer que está, según ella misma, retirada de la política y que la credibilidad de hoy no es la que supo ostentar en el pasado. Lo mismo corre para Javkin, que recogió el guante porque lo acusó de cobarde y le respondió con la falta de fuerzas federales en Rosario, hoy concentradas en el AMBA.
El PRO, otro de los aliados fundamentales de Juntos por el Cambio, emitió declaraciones edulcoradas, intentando menguar el litigio discursivo, y pidiéndole a quienes tienen gestión que se acuerden que no son mas meros comentaristas de la realidad. Además, Angelini y todo el macrismo no está convencido que el socialismo se sume a un gran espacio opositor, por lo cual tan mal no le ha caído esta rencilla entre Carrió y el partido de la rosa. Hasta, te diría, le vino como anillo al dedo.
Por su parte, Javkin insiste con su armado provincial pensando en el 2023. Los radicales del MAR, sector de Julián Galdeano, siguen siendo sus aliados más cercanos, y desde su equipo de trabajo están convencidos de que es el candidato ideal para enfrentar al peronismo en Santa Fe. Creen que la lógica de construcción territorial ya no mueve el amperímetro como en otros años, y buscarán hacerse fuerte en Rosario y Santa Fe para poder sacar una diferencia indescontable para el resto de los candidatos en las localidades del interior, y visitar las cabeceras de los viejos nodos -Reconquista, Rafaela y Venado Tuerto- para hacer pie en las demás localidades con densidad demográfica. De todas maneras, cuando las comunas, los municipios y los senadores movilizan su aparato generan un plus para cualquier competidor.
La duda es si un rosarino pura cepa como él puede conquistar la voluntad de los ciudadanos de la Capital, ciudad esquiva para todos los candidatos que llegan desde el sur, y si realmente los votos del Gran Rosario siguen cautivos a pesar de la caída en las imágenes de todos los gobiernos, tanto locales, como provinciales o nacionales.
La reforma puso primera
En medio de todo este escándalo político producto de la visita del huracán Elisa, comenzó en la Legislatura la discusión de la reforma de la Constitución. Nueve proyectos se pusieron en consideración en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados con la intención de buscar un consenso y poder sacar la media sanción dentro de un mes. Hay algunos espacios apurados, otros que quieren micrófonos y algunos que ni siquiera buscan que avance la propuesta.
El temor está en que se llame a elecciones de congresales constituyentes en conjunto con otras disputas, y que pueda “embarrar la cancha” de lo que se dirime en el 2023. Además, es una realidad, muchos legisladores dudan en avanzar porque no quieren perder privilegios que hoy disfrutan, como la reelección indefinida para diputados y senadores, y hasta los súper fueros que no le permiten a la justicia poder investigarlos, imputarlos o enjuiciarlos.
Esto último pone en jaque, tal vez, el avance en el Senado, ya que se entiende que por el apoyo del Poder Ejecutivo, de la reunión conjunta del PJ la semana pasada y del consenso interno que logró el socialismo, están los votos para aprobarla en la Cámara baja, a pesar de la negativa de tratarla de un sector del radicalismo con el argumento de que es más “una necesidad de la política que de la ciudadanía”.
Perotti y un guiño de la Rosada
Finalmente, y después de muchos años de litigios y negociaciones, la Nación le comenzará a abonar la deuda histórica a Santa Fe por la retracción del 15 por ciento de la coparticipación para el ANSÉS entre el 2006 y el 2015. El monto total hoy es por 130 mil millones de pesos –ajustado por la Tasa Pasiva del Banco Nació- cuando el original era de 5 mil millones de la misma moneda nacional.
El pago no será en efectivo, sino en bonos nacionales ajustados por inflación y en varios años. Esto, en conjunto con la decisión de aumentar el nivel de corte de biodiesel en medio de la crisis del combustible a nivel nacional, hizo que Alberto Fernández venga a la provincia y se junte con el gobernador Omar Perotti en buenos términos. Es conocida la distancia entre ellos en el último tiempo, y esto abre una nueva posibilidad de diálogo entre las partes, más allá de la relación conocida y pública entre el rafaelino y Cristina Fernández de Kirchner como aliados políticos electorales.
El presidente estaba alejado de gobernadores clave del centro del país, donde se concentran los mayores votos del interior, y de Axel Kiciloff, conocido militante de La Cámpora y amigo de Máximo Kirchner. Necesita volver a construir poder con ellos, no sólo para finalizar su gobierno con una mejor cara, sino también para intentar ser nuevamente el candidato del Frente de Todos.
La llegada esta semana de Daniel Scioli generó distintas especulaciones, desde que es una idea de Cristina para potenciarlo nuevamente como presidenciable, hasta que es un aliado de Alberto para enfrentar a la ex jefa de Estado el año próximo en su armado. Los mismos de siempre, siempre están volviendo.
Lo cierto, por ahora, es que hay movimientos en el gabinete nacional y que Alberto busca aliarse nuevamente con quienes manejan el territorio desde los gobiernos provinciales. Es difícil que revierta su imagen negativa entre propios y extraños, y el crecimiento de la derecha liberal genera entusiasmo en que puedan dividirse las aguas en la oposición y tener una chance de volver a ser en 2023.
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