Como cada regreso a las aulas tras el receso del verano, llenar la mochila se torna un dolor de cabeza por los fuertes aumentos de precios. Y este año no es la excepción. Algunos artículos subieron más del doble respecto de febrero pasado, como los lápices o los guardapolvos, mientras que, en promedio, el incremento fue del 50% según distintas consultoras, al menos 15 puntos por encima de la inflación general de precios de 2020.
En ese contexto, el Gobierno busca acuerdo de precios con distintos sectores. Arrancó por la carne, pero quiere ensayar un esquema similar con las frutas, verduras y hortalizas, así como con productos derivados de los granos como el aceite y la harina.
Y en esta línea sumó también a las librerías a propósito del inicio del ciclo lectivo 2021, y donde que se busca “priorizar el funcionamiento de los establecimientos educativos con modalidades presenciales “.
El Ministerio de Desarrollo Productivo junto con la Secretaría de Comercio Interior negocian con empresarios una canasta escolar a precios reducidos. Se busca que sea con rebajas similares a las conseguidas con la industria cárnica, que llegó a un 30% menos del valor de góndola.
La canasta sería lanzada esta semana, a poco del comienzo de las clases presenciales en varias jurisdicciones.
Los productos de la canasta escolar tuvieron un aumento del 50,7 % en útiles escolares y 51,2% en indumentaria respecto de 2020.
El relevamiento comprende 33 productos de librería, más 4 artículos de indumentaria escolar. En cuanto a las mochilas se ofrecen diferentes diseños, medidas y calidades, cuyos precios oscilan entre los $ 1.500, y $8.000. A estos gastos, las familias deberán seguir sumando otros, como manuales, libros o elementos de informática, que están fuera de los cálculos de ambas consultoras.
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