Cuando la huelga de los trabajadores de la industria aceitera en busca de aumento salarial iniciaba su séptimo día sin indicios de un diálogo posible con la patronal que permita llegar a un acuerdo, el Gobierno dictó este lunes la conciliación obligatoria por 20 días, para intentar acercar a las partes.
Con esta acción el Ejecutivo busca destrabar un conflicto que frenó las exportaciones argentinas de granos y subproductos en 14 terminales portuarias del Gran Rosario y generó pérdidas millonarias.
“La secretaria de Empleo, Trabajo y Seguridad Social de la Nación, dependiente del Ministerio de Capital Humano, dictó hoy la Conciliación Obligatoria en el conflicto de la industria aceitera que mantiene paralizada la actividad desde el día martes 6 de agosto”, indicó el comunicado de la cartera laboral que conduce Julio Cordero.
Además, la Secretaría “exhorta a las partes en conflicto a mantener la mejor predisposición y apertura para negociar los temas sobre los cuales mantienen diferencias y contribuir, de esa manera, a la paz social y a mejorar el marco de las relaciones laborales en el seno de la actividad involucrada”.
El cese de actividades en el gremio de aceiteros comenzó el martes de la semana pasada y las cámaras empresariales rechazaron el reclamo alegando que los trabajadores recibieron un aumento salarial del 77% y cuentan con un ofrecimiento para llegar al 94% en septiembre.
El secretario general del Sindicato Aceitero de Bahía Blanca-Daireaux, Diego Márquez, sostuvo que “las empresas hacen declaraciones mediáticas sobre sus ganas de dialogar, pero no presentan una propuesta nueva” y consideró que “están detrás de una devaluación o cambios en las retenciones y nos tienen de rehenes”.
“Cuando las empresas de este tipo están detrás de algún beneficio para ellos, generan estas situaciones. Están tratando de buscar un dólar diferenciado y nosotros quedamos de rehenes. Ellos dicen que pierden 50 millones de dólares por día por la huelga, pero lo que pedimos como actualización del salario representa 3 millones de dólares mensuales”, indicó Márquez en declaraciones a radiales.
La medida de fuerza comenzó el martes de la semana pasada, luego de un mes de negociaciones para actualizar el salario aceitero. Para el gremio, las cámaras empresaria como CIARA, CIAVEC y CARBIO, “sólo dieron respuestas provocadoras” durante esa negociación, por lo que las organizaciones sindicales decidieron iniciar una huelga nacional. “Nosotros pedimos un Salario Mínimo Vital y Móvil que nos permita poder alimentarnos bien, comprar la ropa que nos guste, comprar medicamentos cuando nos enfermamos, arreglar la casa donde vivimos o poder elegir dónde vamos de vacaciones después de trabajar todo un año. Eso es lo que reclamamos, tener un salario digno. Eso es lo que dice la Ley de Contrato de Trabajo y la Constitución nacional”, explicó Márquez.
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