Lo mismo ocurrió para las estimaciones de 2023, donde se contempla una suba de 2,5 % del PBI para el país.
La Argentina mejoró sus proyecciones en un contexto más complicado para los países emergentes, que el que había en octubre pasado.
En tanto para Brasil, uno de los principales socios de la Argentina, se espera un crecimiento de apenas 0,3% este año.
A raíz de las complicaciones que trajo la nueva variante Ómicron del coronavirus Covid-19, “las perturbaciones han resultado en una inflación más alta y generalizada de lo previsto, especialmente en los Estados Unidos y muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo”, subrayó el informe.
A la vez, existe “una reducción en curso del sector inmobiliario de China y una recuperación del consumo privado más lenta de lo esperado” con perspectivas de crecimiento limitadas”, completó.
De esta forma, “se espera que el crecimiento mundial se modere del 5,9% en 2021 al 4,4% en 2022, medio punto porcentual más bajo para 2022, que en la edición de octubre del WEO, lo que refleja en gran medida el pronóstico rebajas en las dos economías más grandes”.
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