Espacios verdes, aire libre y cercanía: tres de los tantos factores que fueron decisivos en la consolidación de Funes y Roldán como centros vacacionales. Las localidades son escogidas desde hace más de una década como destino para disfrutar de la temporada de verano, tanto por rosarinos como por habitantes de la región.
Sin embargo, el coronavirus modificó la forma en que las operaciones inmobiliarias se ejecutaban. Antes de la pandemia, el alquiler de una vivienda estaba condicionado por elementos como el dinero, la ubicación y el tamaño de la propiedad, transformando la transacción en un trámite bancario y burocrático.
Ahora, el arriendo de un inmueble también es económico y administrativo, pero está determinado por acontecimientos como la vacunación, el avance de la cepa Delta e inclusive las restricciones impuestas por otros países.
Cuando las medidas impedían el cruce de fronteras, la oferta dominaba a la demanda. O bien, los propietarios “controlaban” la situación: si decidían utilizar sus casas en vez de ponerlas a disposición, no había qué alquilar. No obstante, con el progreso de la inoculación a nivel mundial y las flexibilizaciones en los territorios limítrofes, la balanza se inclinó “a favor” de los inquilinos, que deben decidir quedarse en la zona.
En este sentido, la corredora inmobiliaria Diana Bunino (Mat. 1036) explicó en diálogo con RedBoing: “La apertura de fronteras hace que, a diferencia del 2020, haya más oferta que demanda. Todavía se desconoce qué va a suceder, porque la gente no sabe si se va a ir”.
La misma comparación realizó la titular de Alquileres Temporarios, María Belén Rivero (Mat. 731), quien indicó que hay “menos oferentes” por la incertidumbre. “La gran mayoría aún está esperando para saber qué hacer. Ahora que se pueden ir de vacaciones, están evaluando las posibilidades. Los dueños tampoco quieren ofertar”, remarcó.
Pero… ¿Cuánto cuesta un alquiler en Funes y Roldán?
Al contexto sanitario y a la incertidumbre se le deben sumar los altos costos del arriendo, que tienen como base $100.000 mensuales. De acuerdo con los profesionales consultados y los datos reunidos de diferentes páginas webs, un hogar con dos dormitorios, piscina, quincho y patio cuesta $270.000. O bien, 2.750 dólares cada 30 días.
“Hay más económicas y más caras, todo depende de la cantidad de ambientes y de la zona. No es lo mismo buscar en Funes que Ibarlucea o Pueblo Esther, ni tampoco lejos del centro. Son elementos que hacen variar mucho los precios”, detalló la titular de Bunino Inmobiliarias. Y agregó: “Todas están completamente equipadas y acondicionadas para pasar las vacaciones”.
Al ser consultada por la variación de los valores respecto al año anterior, explicó: “En 2020 hubo tanta demanda y tan poca oferta que los valores subieron por el propio movimiento del mercado. En cambio, en 2021 no aumentaron demasiado por el mismo hecho. Sí se produjeron modificaciones en base al costo del dólar”.
Rivero, por su parte, aclaró que aún no es momento de evaluar porque “los movimientos fuertes se dan entre octubre y noviembre”. “Si es importante destacar la cantidad de consultas diarias que recibimos, especialmente de familias. Pero solo son consultas, nada concreto”, continuó.
También, se refirió a la gran cantidad de estafas que se registraron en la temporada 20/21. “Es importante hacer las reservas por lugares oficiales, siempre asesorados por un corredor. Hemos visto muchos casos de extorsión, donde el cliente llegaba a un domicilio y el dueño no sabía que estaba en el mercado”, concluyó.
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