Sebastián Méndez dejó de ser el entrenador del Xolos de Tijuana de México en mayo del año pasado y poco más se supo de él. Ahora, casi un año más tarde de aquel suceso, el Gallego rompió el silencio y contó las razones de su ausencia en el ambiente del fútbol.
“Ahora estoy bien. Antes la pasé mal, pero la pasó peor mi hijo. Por suerte ya se terminó, fue un año duro, pero estamos todos bien”, arrancó.
Méndez, que fue el ayudante de Diego Maradona en Gimnasia de La Plata, contó que su hijo mayor, Santiago, atravesó una compleja situación de salud. “Yo estaba en México cuando se enfermó, me llamó la madre para decírmelo y me tomé el primer avión. Cuando llegué, ya estaba internado. No daré muchos detalles, pero se curó de algo muy jodido. Es una bendición”, continuó con su relato.
Incluso, el ex defensor con pasado en Vélez, Celta y San Lorenzo contó cómo le cambió la vida toda esta situación: “Muchas veces pensás por qué le pasa a mi hijo, pero se curó. No se puede vivir lamentándose, él tampoco quiso hacerlo nunca. Es una fiera. Cuando pasan estas cosas bajás a la tierra, empezás a ver cuáles son las cosas más importantes. Para nosotros, ganar un partido va a seguir siendo fundamental, pero hay cosas más valiosas”.
El Mundial no fue uno más para él, no por el título obtenido por la Scaloneta en Qatar sino porque atravesó el proceso de recuperación de su hijo. “Lo viví con él y fue genial. El debut contra Arabia Saudita lo vimos estando él internado en la Favaloro y la final en la casa de la madre. ¿Sabés lo lindo que fue verlo gritando ‘Dale campeón’? Para mí este fue el mejor Mundial, pero por él no por otra cosa… Ver a la Selección era un remedio, si perdíamos la final lo iba a festejar igual, no me importaba nada”.
Y para cerrar el tema de su hijo, afirmó: “Dentro mío pensaba que los jugadores de la Selección le habían dado un regalo a él. Si ellos supieran las historias que hay detrás de ellos, las alegrías que le dan a la gente…”.
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