La capital de Ucrania, Kiev, en su amplia oferta turística entrega como una de sus principales atracciones visitar el Kiev Zoo. Sobre una superficie de 34 hectáreas, cuenta con más de 4000 animales y suele ser visitado por 280 mil personas al año. La guerra no distingue razas, cultura, arte, un todo inexorable entra en el radio de un ataque. Hoy, el Kiev Zoo vive el drama de tener casi 3800 animales atrapados entre bombardeos que le pasan cerca. De los 378 empleados con que contaba antes del 24 de febrero, día del comienzo de la invasión rusa a Ucrania, quedaron 50 que se niegan a dejar a “sus” animales. Claro que el tiempo es un enemigo letal a la hora de ofrecerles alimentos, cuidados específicos y medicinas. El drama se profundiza porque mucha gente que escapa de Kiev lleva sus mascotas al Zoo para no abandonarlas en las calles, apostando a que puedan quedar protegidas en su ausencia, y tener alguna idea de donde podrían estar si es que ellos vuelven a casa.
“A los animales cuando empieza a sonar la alarma de guerra los sedamos, los estruendos los alteran de manera incontrolable. Por ahora tenemos suficientes medicinas pero si esto sigue será un problema”, confiaba uno de sus empleados que se resisten a dejar el lugar a la cadena BBC de Londres. En los primeros días de marzo fueron trasladados 15 ejemplares importantes hasta Poznan (Polonia), recorriendo casi 1000 kilómetros. Seis leones africanos, seis tigres, 2 caracales (una especia de puma con orejas grandes y puntiagudas, que habita en zonas áridas de Asia), y un perro africano, también conocido como perro-hiena. De los 15, 4 leones y el perro africano, siguieron viaje hasta Alicante (España). “El problema grande son los rinocerontes, elefantes, jirafas y camellos, que por sus tamaños no podrán salir de Kiev”, indicó la fuente. La iniciativa fue llevada adelante por la ONG Wild Animal Rescue UA, de Ucrania y a España llegaron por la ONG española AAP (Animal Advocary and Protection).
El próximo 21 de marzo el Kiev Zoo cumplirá 114 años de vida, ubicado en la parte centro de la ciudad todavía no ha sido blanco de los ataques rusos, que por el momento se dan en la periferia de la capital ucraniana. El Zoo fue venerado desde su creación en 1909, cuando Ucrania estaba en manos del Imperio Ruso, como un tesoro nacional. Sin embargo a partir de la revolución de 1917, con el nacimiento de la URSS (Unión de la Repúblicas Socialistas Siviéticas), fue cuando el Zoo de Kiev tuvo su empuje definitivo, junto a las imponentes catedrales con que cuenta la ciudad (el 86% de la población es católica cristiana), y la multiplicidad de espectáculos teatrales, se transformaron en los paseos preferidos por los turistas, costumbre que continuó inalterable con el paso del tiempo. Los animales del Kiev Zoo, también son protagonistas de una guerra que alteró sus costumbres y nunca se darán cuenta de por qué ocurrió. En el cariño de sus cuidadores para protegerlos, alimentarlos, limpiarlos y calmarlos, y en que esto termine pronto, descansa su futuro, con un pasado de más un siglo de existencia.
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