Este lunes arranca la segunda semana de la nueva edición del dólar soja, con la que el Gobierno busca que ingresen al menos u$s3.000 millones hasta el 30 de diciembre. Si bien el entusiasmo no es el mismo que en la primera edición, podría decirse que el balance de los primeros siete días parece ser positivo: los productores vendieron 1,8 millones de toneladas, cuando el promedio semanal estaba en apenas 160.000 toneladas.
Como sucedió en la primera etapa, el efecto en el derrame inmobiliario no se hace esperar y durante la semana pasada ya empezaron a sonar más los teléfonos haciendo consultas sobre posibles inversiones.
“Desde nuestro punto de vista podemos decir que es una medida de impacto relevante para todos los desarrolladores inmobiliarios. Toda medida que beneficie a agentes de mercado y que pongan en funcionamiento a la economía generan mayor expectativa de inversión, consumo y capitalización, agregando valor al resto de las economías productivas”, afirmó Luciano Borgonovo, Titular M2 desarrollos inmobiliarios.
Según Borgnovo, durante la primera semana del Dólar Soja II, se vienen observando mayores consultas. “Entendemos que el productor que decidió vender su producción está apuntando a llevar esos capitales a propiedades y no a insumos. Los resultados de esta ampliación que ha dispuesto el gobierno, se van a empezar a ver a fines de diciembre y enero del próximo año. Alentamos este tipo de medidas que pongan en marcha a todos los sectores productivos de nuestro país”.
Por su parte, el asesor financiero Diego Ángel Vaiana, Agente de Bolsa Mat. 1061 CNV, deja su perspectiva: “Seguramente se liquide un monto relativamente importante de dinero que asistirá al gobierno para transitar este fin de año, pero mucho menor que el de septiembre. El productor promedio liquidará en medida de sus necesidades y nada más, pensando seguramente en su cálculo del impuesto a las ganancias, ya que los principales beneficiarios serán los grandes exportadores por las ventajas que les brinda el gobierno con esta modificación”, enfatizó y agregó al respecto: “Esto hará que circulen cierta cantidad de pesos y dólares durante diciembre y enero. Esto, sumado a la constante devaluación y los cambios de reglas, hace que la inversión inmobiliaria sigua siendo una buena herramienta de protección financiera para los argentinos, habrá que ver si se cumple la proyección de los 3000 millones y cuánto de este dinero se vuelca al ladrillo”.
El primer lanzamiento se produjo hace pocas semanas y haciendo un relevamiento de los actores sobre su verdadero impacto, ellos manifestaron que hubo un incremento en las ventas de inmuebles al ritmo que veníamos sosteniendo pero, que a su vez, esperan que esta segunda fase de la medida, llegue para dar una clara reactivación de ventas en nuestro sector. Incluso para los corredores inmobiliarios que responden a todos los segmentos que sinceraron los precios de cierre luego de haber amalgamado con los vendedores y hoy se posicionan en un escenario competitivo.
Impacto en la escrituración
“Si bien el dólar soja no fue el actor excluyente, desde COCIR sí podemos afirmar que tuvo un impacto favorable en la reactivación del rubro. Reactivación que se justifica con el aumento de escrituración, ya que durante los primeros 10 meses del 2021 ingresaron 10989 escrituras, y durante el mismo período de este año, se escrituraron 11.673 viviendas”, informó Alejandro Bassini mat 89, Coordinador del Departamento de Estadísticas Cocir y agregó: “Los resultados que se pudieron observar luego de haber pasado la primera semana de vigencia de la medida, articulada con la enorme cantidad de consultas que pudimos relevar desde nuestra institución, aumentan las expectativas en torno a que el ladrillo y el agro, gradualmente empiecen a encontrarse una vez más, como ha sucedido a lo largo de la historia”.
Comentarios