Llegó el día. El VAR hizo su arribo oficial al fútbol argentino, y en líneas generales funcionó bien. Días antes de que se juegue el primer partido con el nuevo sistema, el director de Formación Arbitral, Federico Beligoy, aclaró que “las polémicas no se van a terminar”. Y tenía razón. A pesar de que termina aprobando, hay algunos detalles que hicieron ruido en aquellos amantes del deporte en su faceta tradicional.
La octava fecha de la Copa de la Liga Profesional quedará en la historia como la que le dio inicio a una nueva etapa en el fútbol nacional. En los 14 encuentros de la jornada, el VAR corrigió fallos originales en 10 situaciones diferentes, y en 8 de ellas los árbitros principales se apoyaron al RRA (Referee Review Area), ubicados en los costados de los terrenos de juego.
En seis de las diez ocasiones donde los pitos se apoyaron en la colaboración externa se revisaron situaciones de posibles infracciones dentro del área que podían terminar en penal. En cinco de ellas, el VAR sirvió para terminar convalidando faltas que no habían sido vistas en primera instancia por los referees, mientras que en la restante colaboró en dar marcha atrás en una infracción que había sido cobrada por Rapallini sin serla.
Las jugadas restantes que fueron revisadas por los árbitros apostados en el VOR en el predio de Ezeiza están relacionadas con offsides en goles anotados. En todos los casos, los autores de los tantos estaban en posición adelantada, por lo que los mismos no fueron convalidados.
Dentro de todas las polémicas, hubo dos que generaron mayor repercusión, y una de ellas relacionadas con un equipo de la ciudad. La primera se dio en la Bombonera, con una supuesta falta dentro del área de Lucas Suárez contra Marcos Rojo. La otra se vio en el Coloso del Parque, cuando Dóvalo convalidó un penal a la Lepra por un agarrón contra Garro, cuando ni siquiera el delantero había reclamado infracción.
Además de estas dos situaciones puntuales, también hubo un detalle que ensució la aplicación del VAR en su desembarco al fútbol argentino. En varias ocasiones, el sistema tardó un tiempo excesivo en tomar la determinación final. En La Plata, por ejemplo, se tardaron casi cuatro minutos en convalidar un gol de Tarragona, mientras que en Liniers hubo diez minutos de demora para que el gol de Lucas Pratto termine de ser oficial.
Detalle partido por partido
Santa Fe: La primera vez que se utilizó el VAR en la Copa de la Liga fue en el encuentro entre Colón y Aldosivi, que dio inicio a la octava jornada del torneo. Nicolás Lamolina marcó un córner para el Tiburón, pero Mauro Vigliano observó un detalle desde el televisor: Gian Nardelli había tocado la pelota con la mano, por lo que se terminó corrigiendo el primer fallo y se convalidó el penal.
Entre Ríos: Patronato vencía por la mínima a Unión cuando ya estaba terminando el encuentro cuando Lucas Barrios reclamó una infracción de Enzo Roldán dentro del área. A pesar de que Fernando Espinoza no vio nada, fue llamado por Pablo Dóvalo por dicha situación. Después de dos minutos de deliberación, el árbitro del partido, a instancias del VAR, convalidó el penal.
Buenos Aires: Argentinos Juniors vencía en condición de visitante a Banfield cuando una dura infracción motivó a los referees a apelar a la tecnología. Por la falta Nazareno Arasa solamente amonestó a Luciano Gómez, pero el VAR vio algo más: el defensor del Bicho vio la roja directa por haber ido con los tapones de punta contra Urzi.
Santiago del Estero: Solamente iban tres minutos de juego cuando Claudio Riaño aprovechó un rebote dentro del área para darle la ventaja transitoria a Central Córdoba ante Huracán. Antes de que el delantero pueda festejar, la asistente levantó la línea indicando el offside del jugador. Sin embargo Facundo Tello recibió una llamada por su intercomunicador y convalidó el gol ya que la pelota había pegado en un defensor del Globo, habilitando al atacante.
La Plata: En el duelo entre Gimnasia y Talleres se observó una de las primeras manchas del VAR en el país, luego de que tardara cerca de 5 minutos en convalidar un gol legal de Cristian Tarragona, con el que el Lobo empataba el duelo. “La pasé muy mal, fue mucho tiempo. Le decía a Fernando -Echenique- que lo cobre”, expresó luego del encuentro el goleador del partido.
Avellaneda: Racing ganaba con claridad su encuentro ante Sarmiento de Junín, cuando en el tercer minuto de adición cuando Fernando Rapallini pitó un penal a favor de la Academia por una mano dentro del área. No obstante, el VAR lo llamó para revisar la jugada, porque el balón dio en el codo de Rasmussen pero sin hacerlo de manera deliberada. Es por eso que el árbitro principal optó por dar marcha atrás y dio un bote a tierra.
Liniers: Otro de los detalles que explotaron las críticas por la utilización del sistema se dio durante el encuentro entre Vélez y Lanús. Juan Pablo Belatti, asistente del partido, observó una posición adelantada de Franco Díaz en el gol de Lucas Pratto. Por lo milimétrico de la situación, Darío Herrera llamó a Andrés Merlos para revisar la jugada, pero en lo que fue un verdadero papelón del VAR, la decisión se terminó tomando diez minutos después por un problema con el video. A pesar de la demora, la determinación fue acertada y el gol se terminó convalidando.
Mendoza: En lo que fue un encuentro plagado de goles y de situaciones dudosas, a los 40 minutos del segundo tiempo una jugada en favor de Godoy Cruz y en perjuicio de Estudiantes pareció terminar en penal, aunque Yael Falcón Pérez no pitó la falta. No obstante, antes de que se reanude el juego fue llamado por Jorge Baliño y a través del VAR cambió la decisión primaria.
Florencio Varela: Defensa y Justicia y River protagonizaron un partido entre candidatos a quedarse con la zona 1. Cuando se promediaba la segunda parte, Walter Bou fue asistido por Hachén y anotó el descuento en el encuentro. Sin embargo, Patricio Loustau lo anuló a instancias de su asistente por una posible posición adelantada. Mauro Vigliano chequeó la situación y le avisó al referee principal que debía convalidar el gol ya que la pelota había rebotado en Milton Casco.
Buenos Aires: El primero de los fallos que generó una gran polémica por lo delgada de la línea por donde se tomó la decisión. Lucas Suárez, defensor de Arsenal, camiseteó levemente a Marcos Rojo en el área y a pesar de que Leandro Rey Hilfer dejó seguir, Germán Delfino advirtió el agarrón. Por recomendación del VAR, el árbitro del encuentro cobró el penal para Boca.
Rosario: La Lepra tenía complicado el panorama ante Platense en el Coloso del Parque, hasta que se dio otra de las pequeñas manchas que tuvo el sistema en esta primera fecha de utilización. Cuando comenzaba el complemento, Garro e Infante lucharon en el área para ganar la posición, y fue el delantero el que cabeceó a las manos del arquero visitante. La jugada siguió, pero Diego Abal advirtió algo desde Ezeiza: Dóvalo revisó y cobró un penal que ni siquiera la gente de Newell’s había reclamado.
A pesar de estos pequeños puntos que son discutibles en cuanto a la interpretación tanto de los árbitros como de los referees encargados del VAR, la implementación del sistema mostró buenas actuaciones. A partir de esto, los futbolistas deberán tener más cuidado que de costumbre. Para ejemplificar, en esta octava jornada de la Copa de la Liga se pitaron nueve penales, contra los cuatro convalidados en la séptima fecha y los cinco de la sexta.
En cuanto a los goles, quedó en evidencia que también favorece a que se vean resultados más abultados: en el último fin de semana hubo 21 tantos más que en la jornada anterior, 13 más que en la sexta, 12 más que en la quinta y 11 que en la cuarta.
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