El Concejo de Rosario tuvo la última sesión del año y los fuegos de artificio se hicieron sentir. En las acciones concretas y en los apoyos específicos, sirvió como termómetro para medir las relaciones tensas dentro del frente de frentes, las rispideces entre las distintas razas del peronismo y la ambición de la nueva izquierda rosarina que avanza. En una sesión de un día y medio, se aprobaron el Presupuesto 2023, el aumento de los taxis, una desarrolladora urbana estatal bajo la figura de una Sociedad Anónima Unipersonal, y una torre de 200 pisos sobre el río Paraná. Concejopalooza y mucha tela para cortar.
El frente de frentes tuvo encuentros en público y en privado en estos últimos días. Dos bandos bien claros que fueron buscando acercamientos para llegar armados al cierre de listas del 2023, aunque se calcula que será recién a fines de abril. Las fechas, aún estimativas, de los comicios provinciales están pensadas para el 3 de julio las PASO y el 3 de septiembre las generales. Sin embargo, los distintos grupos internos siguen mostrando diferencias profundas en las cuestiones programáticas y legislativas.
La torre de 60 pisos que también desarrolla un parque público nuevo de 2,5 HA a la vera del Paraná en Puerto Norte dejó al desnudo la falta de organicidad del socialismo en el frente opositor. Todos los integrantes de este espacio político potencial acompañaron este proyecto, mientras que, Verónica Irizar y Mónica Ferrero no se sumaron a la iniciativa. Esto obligó a desdoblar la sesión para sacarla a la ex secretaria de Economía de la comisión de Planeamiento para que asuma Ciro Seisas en su lugar, y que así tenga despacho el proyecto.
Sin embargo, entre gallos y medianoche, se dieron cuenta tras hacer el movimiento que también sucedía en la comisión de Presupuesto, lo que obligó a que el desarrollo inmobiliario más grande del país y el segundo rascacielo más alto sea aprobado sobre tablas, con la abstención de las bancas que representan al Partido Socialista. Seguramente esta decisión traiga ruido en las negociaciones internas, y se suma a las discusiones generadas entre socialistas y radicales en la Legislatura el día de la sesión de los pliegos judiciales.
Es difícil entender de qué manera se van a lograr los acuerdos programáticos de los que hablaban los dirigentes a la hora de argumentar el acercamiento con espacios antagónicos cuando comenzó esta idea, a tan poco tiempo del cierre de lisas y con tantas diferencias en la práctica legislativa y sobre los apoyos específicos.
Susana Rueda, una cercana al ex gobernador Antonio Bonfatti, votó a favor del proyecto a pesar de haberse mostrado reticente en un principio, y este espacio se muestra más permeable a los acuerdos. No es un dato menor, ya que quienes estuvieron en contra forman parte del lifschitzmo, hoy más belicoso en la búsqueda de la unidad opositora contra el peronismo provincial. Las alternativas son claras: o están tensionando para cerrar mejor en abril, o realmente las diferencias son insanables y el rumbo será bifurcado. Amagaron durante todo el 2022, y no lograron, siquiera, conseguir una foto colectiva con todos los sectores representados.
El peronismo también tuvo su disidencia. Lisandro Cavatorta y Julia Irigoitia, afines a Perotti, acompañaron la mega torre, mientras que Norma López, de La Corriente, la rechazó. Fernanda Gigliani se abstuvo, al igual que Marina Magnani, de La Cámpora, y Silvana Teisa, de la UOM. Esta lejanía en los votos sobre este proyecto dejó al descubierto las distancias que hay también en el Frente de Todos en las miradas sobre el desarrollo urbano y las negociaciones legislativas, y puede marcar el rumbo de una interna que será feroz en el 2023.
Otro de los proyectos que llegó como mensaje del Poder Ejecutivo pero que devino de dos proyectos, es el de la creación de una empresa desarrolladora urbana para acelerar los plazos que tiene la burocracia estatal para la realización de obras -menores y de gran porte- para Rosario. Ciudad Futura y Martín Rosúa tenían ideas similares a pesar de la distancia ideológica, y en negociaciones con Javkin lograron un gran acuerdo para crearla. A primera vista es algo positivo, con antecedente en Medellín, aunque se verá su funcionamiento con el andar.
Las críticas de quienes se opusieron pasaron por que se pisa en funciones con el Servicio Público de la Vivienda, no tiene un contralor claro a la hora de la búsqueda de transparencia -se puede asociar a un privado sin pasar por licitación pública o concurso de precios- y que se creó por 100 años. Sin embargo, hoy en día la dilación en las obras necesarias es cada vez más recurrente por el nivel de inflación, y las obras menores ni siquiera tienen oferentes en muchos casos porque no le conviene a ninguna empresa realizarlas.
Es una herramienta que dependerá demasiado del vuelo que le dé cada Poder Ejecutivo, y habrá que esperar que funcione para conocer los alcances de la misma. Podrá intervenir en la compra de 5 paneles led para un barrio, como también desarrollar un loteo de 20 HA para la clase media. Los alcances son diversos, como los de cualquier empresa desarrolladora.
Ciudad Futura busca resolver viejas demandas y promesas en los barrios en donde militan consolidando su espacio político como una alternativa de gestión. Ya habían logrado el desarrollo de Nuevo Alberdi desde los tres niveles del Estado, y ahora con esta herramienta, donde seguro tendrán participación por haber sido los creadores de la iniciativa, intentarán llegar con el discurso de la nueva izquierda, pero también con soluciones concretas, a todos los barrios de la ciudad.
Schmuck, como presidenta del Concejo, volvió a hacer de las suyas. Consiguió en poco tiempo acuerdos necesarios para sacar estas dos iniciativas que generaban gran polémica, en conjunto con el Presupuesto 2023 y el aumento -ya pactado desde septiembre- para los taxis y remises de la ciudad. 36 horas de corrido para lograr que se aprueben y seguir mostrando una muñeca política asombrosa al frente del cuerpo legislativo de la ciudad. El Concejopalooza se hizo sentir, y marcó el ritmo de la política en medio de la sidra, el pan dulce y el mundial.
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