Miguel Greci Hazzi es maestro mayor de obras y es también una de las personas acusadas en el juicio a Esteban Lindor Alvarado. A este constructor rosarino se le imputa, junto a su mujer Damiana Ghirardi, haber sido parte de la asociación ilícita: ambos prestaban sus nombres para lavar dinero de la organización, según lo planteado por los fiscales Edery y Schiappa Pietra.
Tanto el “arquitecto” como su mujer pueden seguir el curso del juicio en libertad y no están obligados a estar presentes en las audiencias. Acudieron a la primera en febrero y deben sí asistir en la última jornada, cuando se dicten las sentencias. No obstante este lunes, en el comienzo de la séptima semana del maratónico evento en el Centro de Justicia Penal, Greci Hazzi sorprendió con el pedido de dar testimonio y hablar durante cuatro horas. En su declaración, relató cómo conoció a Esteban Alvarado y mencionó varios apellidos con los que hizo negocios. Entre ellos, nombró al desarrollador de Puerto Roldán.
La invitación al casamiento del jefe policial
Según su relato, la mayoría de las puertas que se le fueron abriendo para hacer algún trabajo u operación comercial, se fueron dando en base a contactos casuales. Así, por ejemplo, relató un dato bastante particular: casi sin conocerlo, terminó como invitado en el casamiento del Jefe de Drogas Peligrosas, Javier Makhat.
“En un momento me viene a ver Makhat. Me cuenta que había comprado un terreno en Puerto Roldán, que miraba al oeste. Él me cuenta que se estaba por casar con una doctora y que tenían una casa en Funes. Y me invitó a su casamiento, teniendo muy poca relación. Porque yo le había hecho un proyecto de fachada para esa casa”, aseguró.
Makhat, cabe recordarlo, era el policía que a fines de 2018 estaba viviendo en el departamento de Condominios del Alto cuando las TOE llegaron a allanarlo. En esa misma propiedad, había vivido Alvarado junto a su familia cuando sospechaba que su ex socio Luis Medina podía llegar a matarlo. Y las expensas, llegaban a nombre de la mujer de Greci Hazzi, que era el dueño en los papeles.
Benegas, Alvarado y el pelotero en Fisherton
De una forma original, también se dio su primer encuentro con Alvarado. “Fue en un pelotero en Fisherton, donde conocí a Esteban y a su señora Rosa Capuano”, dijo. El evento infantil era el cumpleaños de una de las pequeñas hijas de Jorge Benegas, que fue condenado en octubre pasado como organizador de una asociación ilícita y por lavar activos, de la misma banda que enfrenta el juicio.
Para los fiscales, Benegas era la mano derecha de Alvarado. Según varios testigos durante el juicio, era quien manejaba la agenda de visitas a la celda del líder de la organización criminal. Además, Benegas fue condenado en octubre pasado y debe cumplir 5 años de prisión efectiva, más una multa equivalente a dos veces el monto de lo lavado, estimado en $62.200.000. Aunque según Greci Hazzi, él había llegado a Benegas también por un hecho fortuito, por “amistades de la calle”.
Las charlas en la esquina de Salta y Moreno
Es que parte importante de las cosas que le pasaron a Greci Hazzi -en su versión ante el Tribunal- fue gracias a charlas de café en Salta y Moreno, donde la mujer del imputado tenía un comercio de iluminación: “En algún momento ampliamos nuestros negocios y nos diversificamos”, planteó, en referencia a las actividades que iban desarrollando con su mujer, Damiana Ghirardi, relacionista pública y modelo.
“Con el dueño de la fiambrería de enfrente, tomábamos café y cada tanto me prestaba algún valor. Y fue él quien me presentó a un amigo suyo, de apellido Nápoli, que a su vez me vendió un auto: un Audi A4 que pagué en cuotas. Lo nombro porque a ese Audi y a una lancha semirrígida que usábamos para ir al río, se los di a Lucio Maldonado, como parte de pago por deudas que tenía con él”, dijo.
Esa no fue la única referencia a Lucio Maldonado, el prestamista informal asesinado a fines de 2018, cuyo secuestro y homicidio son parte importante de las acusaciones en el juicio. En la verdadera ensalada de nombres que tiró Greci Hazzi, apareció más veces. Es que según el constructor, los avatares de la economía argentina lo iban dejando seguido en mala situación y necesitaba recurrir a él para gestionar dinero en el mercado negro. “Yo cambiaba cheques en la calle. Uno de los que me levantaba cheques era Lucio Maldonado. A veces cuando se demoraba un pago por atraso en la certificación de una obra, él me adelantaba dinero”, dijo.
Los terrenos en Puerto Roldán
Sin dar mucha precisión sobre fechas en la que iba pasando cada cosa, Greci Hazzi introdujo la historia del desarrollo Puerto Roldán. “Era un proyecto que se había iniciado en los años 90, en tierras bajas. Pero no estaba de moda, los que sí estaban de moda eran los que estaban sobre Newbery. Los que más demanda tenían eran Kentucky y los tres Funes Hills. En Funes todavía quedaban terrenos para construir. Para ese momento, Puerto Roldán tenía menos del 25 por ciento construido y encima en 2010 se había inundado. Y encima por falta de unos trabajos hídricos, también se había inundado Tierra de Sueños 2″, recordó.
“Ahí aparece MOR. Uno de los arquitectos que tenía era Damián Calabrese, que era amigo mío de la secundaria, del rugby, de las salidas”, afirmó Greci Hazzi. Que enseguida relató que su viejo amigo, devenido en desarrollador, le ofreció hacerse una casa en Puerto Roldán. “Me animo a elegir dos terrenos pegados, de 1200 metros cada uno. Y otro de 800 metros, del otro lado del lago. En ese más chico, había proyectado hacerme una casa para mí. Y en los otros dos terrenos, les generé un diseño muy llamativo con una pared de vidrio sostenida por siete columnas en V”, aseguró.
La casa que Greci Hazzi había diseñado para Jorge Benegas, era el punto de encuentro semanal con Alvarado, en la tradicional comida de obra los viernes. “Estábamos haciendo una casa en la Garita 15 para Benegas. Y todos los viernes Esteban caía a comer asado. Discutíamos porque a él no le gustaba mi sistema de construcción en seco. Él se había criado con paredes de 30 y no le gustaba el durlock. De eso hablábamos mucho”, dijo.
De su relación con Alvarado, también recordó que fue a verlo dos veces a la cárcel en Urdampilleta. Así lo explicó: “Le pedí que me ayude a convencer a la gente de Peirano Hermanos, que vendía materiales, que me acepten un terreno en Puerto Roldán como parte de pago de una deuda. Costó convencerlos. Otra vez, quise pagar con un permiso de obra que era de un contador conocido. Fue una reunión en una estación de servicio y la pasé mal, porque en Puerto Roldán era muy difícil escriturar”.
El departamento en Condominios del Alto
Sobre el departamento de Condominios del Alto, Greci Hazzi contó que en una oportunidad conoció a Claudio Marcelo Marconi, propietario de una inmobiliaria en Funes. Y que éste le ofreció la ya célebre propiedad frente al Parque Scalabrini. Y él la compró. “La pongo a nombre de Damiana, nosotros en ese momento vivíamos en un departamento con vista al río sobre Wheelright y no necesitábamos mudarnos, era una inversión”. Aunque otra vez los problemas económicos lo llevarían a cambiar de planes: “Se me empieza a trabar lo de Puerto Roldán y le alquilo Condominios a Alvarado. Ahí vivió inclusive con su señora y sus hijos. Yo le ayudé a hacer la mudanza con la camioneta mía de la obra”, dijo.
Parte de los desarreglos de Greci venían, afirmó, por el capataz de la obra del barrio privado en Roldán que gastaba en el City Center los adelantos que él le daba para materiales: “Ahí empecé a tener problemas con mi cuenta en el Banco Finansud y ofrezco la casa que estaba haciendo en Puerto Roldán. El capataz se jugaba la plata de los materiales en el Casino. Así que Esteban fue una de las personas a las que les dije que si conocía alguien que quisiera terminar una obra en Puerto Roldán, que me avise. Él me cuenta que tenía un amigo recién llegado de España, que tenía unas grúas para llevar autos. Ahí llegamos a un acuerdo económico que a mí me servía”.
El amigo llegado de Europa era Jonatan Privitera, que según fuentes judiciales, estaba escapando de una citación judicial en el Viejo Mundo. De regreso en Rosario, Privitera fue condenado en una causa por homicidio culposo. Su nombre también había rondado la investigación por el crimen de Luis Medina y su familia está vinculada a “Los Confiteros”, en 3 de Febrero y Mitre. Su suegra, titular de la tradicional panadería que abre las 24 hs, firmó un juicio abreviado por lavado.
Un último dato revelador aportado por Greci Hazzi es el de otro contacto “casual” que mencionó: Ariel Ianni. Dijo: “En esa época conocí al matrimonio de Ianni y su mujer. Ellos eran transportistas. Tenían un terreno en la Garita 6 de calle Mendoza. Él me encarga una obra ahí. Tenían una casa horrible y yo les hice el trabajo de estética. Les hice un deck, el baño y la cocina”.
El mencionado Ianni iba de acompañante en un Vectra blanco que fue detenido en Río Negro, cuando acompañaba el viaje de un camión que transportaba 494 kilos de marihuana. En estos días, la Justicia Federal lleva adelante otro juicio contra Alvarado, por este hecho. Se lo acusa de organizar aquel viaje, ya que el camión y el semiremolque pertenecían a dos empresas vinculadas a él: Toia y Logística Santino. Además, Ianni era otra de las personas que figuraba en su lista de visitas en prisión.
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