Diego Martínez dejó de ser entrenador de Boca Juniors tras la derrota por 2-0 frente a Belgrano en Córdoba. Esta fue la tercera caída consecutiva del equipo, lo que selló el destino del técnico. Aunque Martínez contaba con el apoyo inicial de la dirigencia, la falta de buenos resultados en los últimos partidos y las eliminaciones en torneos importantes llevaron a su renuncia después de una reunión con el consejo de fútbol del club.
Durante su tiempo al frente de Boca, el entrenador dirigió 45 partidos, con un balance de 20 victorias, 15 empates y 10 derrotas, lo que representaba una efectividad del 55%. Sin embargo, la eliminación en los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Cruzeiro y una pobre campaña en la Liga Profesional pusieron en jaque su continuidad. Las derrotas en los clásicos ante Racing y River también fueron puntos clave en el deterioro de su gestión.
Uno de los momentos que más pesaron fue la eliminación en semifinales ante Estudiantes de La Plata por penales, lo que impidió la clasificación a la Copa Libertadores 2025. Además, errores administrativos privaron al equipo de contar con refuerzos clave en la Copa Sudamericana, lo que complicó aún más el panorama del entrenador y su cuerpo técnico.
La derrota ante Belgrano fue el punto de no retorno para Martínez. El equipo se mostró frágil defensivamente y sin respuestas en el campo, lo que llevó a que el técnico no pudiera revertir la situación. Pese a que inicialmente la dirigencia lo respaldó, los malos resultados continuaron y el plantel no mostró mejoras, lo que terminó rompiendo la relación entre ambos.
Con la salida de Martínez, Boca Juniors inicia la búsqueda de un nuevo entrenador en medio de una crisis futbolística. El equipo se encuentra en la duodécima posición de la Liga Profesional y sigue en carrera en la Copa Argentina, donde enfrentará a Gimnasia de La Plata en cuartos de final. La dirigencia deberá tomar decisiones clave para mejorar el presente del club y devolverle la confianza a la afición.
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