Como todos los 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. La enfermedad, que se suele descubrir durante la niñez y que acompaña a los pacientes durante toda su vida, es una patología que genera dificultad en mantener el foco por el tiempo adecuado para recibir la información de modo completo; impulsividad; y complicaciones para quedarse quietos.
La psicóloga Verónica Eseñat explicó en diálogo con Gabriel Pennise que no se trata de “una cuestión de aburrimiento”, sino que “es una dificultad en la atención donde hay algo que no se maneja”. “Muchas veces, el paciente empieza a seguir los distintos estímulos que aparecen porque tiene complicaciones para focalizar”.
“Es difícil que aparezca repentinamente en un adulto, a no ser que haya alguna cuestión orgánica neurológica que haga que suceda. Pero en líneas generales es algo que surge más en la infancia y es llevado por la vida”, añadió.
Según detalló la especialista en Antes de Todo, la hiperactividad en el niño se representa en un joven que “necesita estar haciendo muchas cosas”, pero hizo foco en diferenciarlo de los menores que son inquietos. “Este último puede realizar cuestiones como sentarse a la mesa o en la escuela. En la hiperactividad eso no pasa. A lo mejor está cinco minutos y necesita pararse para dar una vuelta, correr, trepar, etc”, apuntó.
“El tratamiento se realiza a través de la psicología conductual, porque no nos olvidemos que esto puede provocar daños en el autoestima”, añadió. Además, remarcó que se les da cierta medicación recetada por neurólogos “para centrar un tanto la atención” y se llevan adelante trabajos con psicopedagogos para facilitar la adquisición de conocimientos.
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