Los allanamientos a las oficinas del ministerio de Seguridad en Santa Fe y Rosario cayeron como una bomba. Sin embargo, no detonó como se esperaba. Aunque desde distintos sectores se vea a las múltiples renuncias de funcionarios vinculados a Marcelo Sain como un reflejo de crisis institucional, desde la Casa Gris contradicen la “versión formal” y aseguran que están lejos de dicha situación.
De acuerdo con la información propiciada por altas fuentes calificadas, se trata de una conspiración contra Omar Perotti, hecho poco novedoso para quienes trabajan codo a codo con el gobernador. En otras palabras, sostienen que los operativos que se llevaron a cabo este viernes surgieron “de la nada”. O bien, son la consecuencia de una extensa y feroz disputa entre el mandatario, Armando Traferri e integrantes del Poder Judicial.
Por otra parte, el ministro Jorge Lagna fue ratificado en su cargo y una vez más le demostró su apoyo al rafaelino. Horas después de las dimisiones, el titular de la cartera mantuvo reuniones con el titular del Ejecutivo santafesino para ocupar las vacantes del área que lidera.
En este marco, Perotti convocó un encuentro el próximo miércoles para lanzar la nueva etapa de la gestión en materia de seguridad. Del cónclave no solo participaran los presidentes de los bloques de la oposición en Diputados, sino también el nuevo equipo formado.
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