El último fin de semana se vivió un momento de tensión en el interior de un local bailable (Porto) ubicado en la zona del Shopping Alto Rosario cuando un grupo de personas denunció el robo de teléfonos celulares. Se estima que unas 30 personas fueron víctimas de hurto en el interior del boliche.
Según reportaron testimonios a Red Boing, en la madrugada del domingo unas 30 personas sufrieron el robo de sus dispositivos móviles en el interior del boliche Porto ubicado en la zona del Shopping Alto Rosario. La noche había convocado a unas 4000 personas según se pudo reconstruir ya que cerca de las 2 de la mañana un reconocido artista realizó un show en vivo.
Los principales señalados como responsables del robo fueron un grupo de personas que se encontraban en la zona VIP del boliche. En ese espacio, una de las personas damnificadas señaló que al momento de iniciado el show había sacado una foto del show y luego guardó su celular en la cartera y a los minutos posteriores ya no lo tenía más.
Al advertir esta situación, esa misma persona indicó que “le pedí a un amigo que llamará a mi celular y cuando lo hizo observé que mi celular estaba en el bolsillo de una persona que estaba al lado nuestro, al advertir eso, me acercó al guardia del VIP a explicarle la situación, pero no he tenido una respuesta favorable, ya que me dijo que no podía hacer nada”, indicó una de las damnificas.
Ante esto se acercó a la entrada del boliche para intentar hablar con algún responsable de seguridad, pero indicó que no se pudo observar presencia del personal de seguridad a pesar de la gran cantidad de público que estaba presente en el lugar. “Cuando me acerco al ingreso del lugar observo un patovica y digo me robaron el celular, ahí me encontré con otra persona que denunciaba lo mismo que yo, con el correr de los minutos varias personas se acercaron a plantear lo mismo y en total terminamos siendo unas 30 personas los que habíamos sufrido el robo de nuestros celulares” agregó Mercedes otra de las víctimas del hurto en el boliche.
Otra de las personas denunciantes afirmo a Red Boing que “una chica había filmado como el grupo de personas señalados como los responsables del robo estaban actuando y robando en el lugar. Con esas imágenes nos acercamos a un patovica y le dijimos estos son los que nos están robando, ahí nos dijeron que no ellos no podían hacer nada y mandaron al único policía que había en el lugar a buscarlos y finalmente no los encontró. Ante esto, nosotros nos enojamos y continuamos con la búsqueda y lo logramos identificar y ahí nuevamente le mostramos al personal de seguridad, fotos con la ubicación de nuestros teléfonos, les describimos como eran esas personas y en qué lugar del boliche se encontraban y el personal de seguridad no hizo absolutamente nada”.
Momento de resignación
Los damnificados indicaron que el peor momento de la noche se vivió al final del evento cuando observaron que a la salida había personas que salían hasta con tres celulares. “Por lo general en las fiestas a la salida la seguridad verifica y controla los teléfonos celulares, pidiendo a la gente que los desbloqueé y acá vimos cómo algunos se iban hasta con tres teléfonos y ni siquiera le pedían que lo desbloqueen para certificar que esa persona era el dueño del aparato”, agregó una persona que sufrió el robo.
Otro dato curioso de la noche, fue que al cierre del evento, la seguridad sacó del lugar a un sujeto que se había peleado con el mismo grupo de personas señaladas como los responsables de los robos y sin embargo, “sacaron a la persona golpeada y a los integrantes del otro grupo no les dijeron nada”, agregó un testigo.
Una vez finalizado el evento, ningún responsable del boliche se acercó al grupo de personas que sufrieron los robos a brindar alguna explicación o a contener a las personas damnificadas. Sin embargo, tras la insistencia de las víctimas finalmente apareció un sujeto aludiendo ser socio del boliche y al consultarle si tenía pensado hacer alguna cuestión para mejorar la seguridad del lugar producto de los repetidos robos, dicha persona indicó que su solución era “poner plata en los medios para que no se hable del tema”, desatando así la indignación de las personas damnificas.
Por último, un pequeño grupo de personas que verificó que su celular aún permanecía en el interior del predio por la información que dispensaba el GPS de los mismos, intententaron ingresar al lugar nuevamente previo pedido de autorización al personal de seguridad, pero esta vez, además de la negativa de los patovicas al pedido, también fueron víctimas de violencia verbal por parte de los agentes de seguridad, lo que terminó de coronar una noche para el olvido para estas personas que más allá de perder sus pertenencias sufrieron el destrato del personal del local bailable.
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