En el marco de la sexta audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa, los ochos acusados por el asesinato escucharon atentamente a los testigos que fueron presentados por el abogado querellante. Una de las declaraciones más importantes fue la que brindó la médica Carolina Giribaldi Larrosa, integrante del equipo de emergencias que asistió al joven golpeado.
La especialista aseguró que al arribar a las instalaciones del boliche Le Brique, la víctima “ya no presentaba signos vitales”.
“Llegamos a las 5:09 de la madrugada y lamentablemente el paciente estaba fallecido. Cuando lo encontramos le estaban haciendo masaje cardíaco, y estaba conectado a un desfibrilador. Pero, lamentablemente, no había ningún signo vital que pudiéramos constatar”, sostuvo.
Por otro lado, la médica indicó que es “muy difícil” hacer una suposición basada en la realidad, porque la víctima recibió varios golpes que le produjeron heridas severas en el cerebro. “En las condiciones que fue encontrado, Fernando difícilmente podría haber sido reanimado”, apuntó.
Giribaldi se refirió a lo que sucedió esa noche como un “desastre terrible que terminó con la vida de un chico más”, y por último reveló que tras el hecho habló con los suegros de Fernando, unos de los primeros en informarse de la situación.
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