Este domingo por la mañana se estrelló un avión militar tras un aterrizaje fallido en el sur de Filipinas. Como saldo del fatídico accidente, al menos 29 personas perdieron la vida en el instante, 50 resultaron heridas de gravedad y otras 17 permanecen desaparecidas y son intensamente buscadas entre los restos de la aeronave. “Es un día triste, pero tenemos que mantener las esperanzas”, detallaron fuentes oficiales.
Según testigos del hecho, algunos de los soldados que formaban parte de la tripulación decidieron saltar del avión antes de que este se estrellase con el piso. La noticia fue confirmada horas después por William Gonzales, comandante del grupo de tareas conjuntas de Sulu. En total, dentro de la nave -un Hércules C-130- se encontraban 92 personas, en su mayoría personal militar.
Cirilito Sobejana, general de las Fuerzas Armadas de Filipinas, reveló que el vuelo transportaba tropas desde Cagayan de Oro, en la isla de Mindanao, cuando tuvo que salir de la pista al intentar aterrizar en Jolo. Según destacaron, el avión intentó recuperar la potencia pero no lo consiguió y terminó estrellándose contra el suelo filipino. “Los rescatistas están en el lugar, estamos rezando para que puedan salvar más vidas”, destacó el oficial.
Producto del violento impacto, al menos 29 personas fallecieron en el lugar, mientras que se calcula que otras 50 sufrieron heridas leves y graves. Por otra parte, aún continúan desaparecidos otros 17 oficiales que formaban parte de la tripulación. La mayoría de los pasajeros se habían graduado recientemente de la formación militar básica.
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