El 31 de julio vence la prórroga del servicio de recolección de residuos. Lime y Limpar son las dos empresas privadas que realizan el trabajo en la ciudad y ya están fuera de los plazos legales que se dilataron gracias a un decreto municipal en la concesión pública. Será inevitable una nueva extensión y ya empieza a discutirse la ordenanza nueva de “Basura Cero” en conjunto con el nuevo pliego de la basura.
La ciudad produce 1000 toneladas diarias de residuos. Si mensualizamos, da un total de 30.000 toneladas y al año son 365.000 toneladas. Del total, el 50 por ciento son residuos orgánicos, el 30 por ciento reciclables y el 20 irrecuperables.
El pliego de la basura es el más importante en términos económicos para el municipio. Además, la secretaría de Ambiente y Espacios Públicos es la segunda con más presupuesto, debido a estos contratos, superada solamente por el área de Salud. Según los números del municipio, se van 6.300 millones de pesos al año de las arcas rosarinas en certificados de recolección, y otros 1.153 millones por la disposición final –cava de residuos- en Ricardone. A ese costo se le suman los gastos de capital y extraordinarios, lo cual lo convierte en la erogación principal de la ciudad.
La recolección de basura está dividida en 3 firmas. Las dos privadas –Lime y Limpar– y una pública que es SUMAR. Los servicios prestados comprenden, en líneas generales, recolección de residuos domiciliarios, verdes y voluminosos, limpieza de mini basurales crónicos, limpieza de espacios públicos de FONAVIS, barrido manual y mecánico.
La zona norte de la ciudad se le entregó a LimpAr, Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por las firmas Vega y Caputo, la zona sur a Lime del Grupo Pescarmona, y la recolección del centro, avenidas y Fonavi quedó en manos de la empresa municipal Sumar.
Los números del sistema son sorprendentes. En total, entre las tres empresas, cuenta con 1100 trabajadores. Además, tiene 100 camiones para todos los trabajos. Y los contenedores suman un total de 9.500, contando los grandes verdes y naranjas, y los más chicos distribuidos por los barrios.
Con los tiempos que se manejan, va a ser imposible llegar a una nueva licitación antes de que se venzan los plazos de la concesión, por lo cual va a ser necesaria una nueva prórroga como la que se emitió en mayo del 2021. En aquel texto del decreto que extendía el contrato, se establecía que dentro de los 6 meses debían presentarse los nuevos pliegos, cosa que no se cumplió.
Respecto al trabajo de reciclado, es uno de los puntos sustanciales para discutir la ordenanza de “Basura cero”. En 2008 se aprobó un texto con el objetivo de dejar de enterrar basura en los rellenos sanitarios de Bella Vista y Ricardone en el 2020, aunque poco se pudo avanzar sobre ese punto. Vencido el plazo, el gobierno presentó nuevos objetivos a 20 años, aunque se especifica poco de qué manera se llegará al 2040 sin enterrar basura.
Bella Vista es municipal. Allí funciona una planta de reciclado, que sufrió un incendio y tuvo que suspender su operatividad, y se entierran residuos inertes –de construcción-. Desde allí, se hace el traspaso para llevar a la cava de Ricardone, donde se hace el depósito definitivo del resto de la basura.
Basura cero, eje central en el Concejo
La ordenanza de Basura cero, aprobada en el 2008 preveía que en 2020 se iba a dejar de enterrar desechos en Rosario. Por supuesto que ese proyecto ambicioso no se cumplió y está muy lejos de poder lograrlo.
Respecto a ese proyecto, que termina siendo el marco regulatorio para el pliego de la gestión de residuos, Ciudad Futura hizo una propuesta para incluir a los recicladores urbanos en el sistema. “Son las compañeras del MTE que vienen haciendo una prueba piloto en algunas zonas, e hicimos un agregado especial porque se las nombraba muy por arriba. Nos parecía que había que destacar el trabajo que vienen sosteniendo ellas”, especificó Luz Ferradás, concejala.
“También hay una propuesta del Taller Ecologista y las compañeras del MTE, que son los 3 proyectos que hoy se están tratando de en la Comisión de Ecología. Vamos a proponer una dinámica de trabajo de una reunión quincenal específica para lograr acuerdos, y que de esta comisión participen todos los actores”, agregó.
La planta de reciclado se prendió fuego y no recuperó aún su capacidad de trabajo. Mientras tanto, el proyecto piloto del MTE avanza. “Tiene un circuito pequeño con 5 promotores ambientales y 10 trabajadores de calle hacen una experiencia. Son 6 toneladas mensuales que se reciclan en un galpón que les presta la municipalidad”, explican desde Ciudad Futura. Y agregaron: “El material hoy se los compra el mismo gobierno, pero la idea es agrandar el proyecto, conseguir un galpón más grande como prometió el municipio en un principio, y vender lo reciclado a otros compradores. Trabajan sobre 80 manzanas, delimitadas por French, avellaneda, Casilda y República Dominicana”.
“Lo que estamos discutiendo en la ordenanza de Basura 0 porque el pliego aún no entró. Leone el año pasado, en el marco de la presentación de la nueva ordenanza, fue reacio para ponderar a los recicladores en el sistema, pero otros actores del municipio son más receptivo. No calculan lo que eso le ahorra al Estado al no enterrarse en el relleno sanitario”, explicó Ferradás.
Hay una experiencia similar a la que propone Ciudad Futura en Capital: “La experiencia CABA está buena, y genera una estructura formal. Es ambicioso y necesita desarrollo, pero es una manera de reconocer el trabajo que ya se hace. Hay otros sectores del municipio que sí ponderan ese trabajo y nos apoyamos en eso”.
“El pliego lo estamos esperando, vamos a tener que prorrogar el actual irremediablemente porque no se llega con los tiempos administrativos antes de que se venza el plazo”, sentenció.
Por su parte, Carlos “Charly” Cardozo entiende que el reciclaje “no es el tema prioritario” en la discusión de la ordenanza de Basura Cero ni en el futuro pliego. “Creemos que los trabajadores necesitan mejores condiciones y una organización formal para enriquecer ese proyecto, pero no por eso pasa a ser el eje central de la discusión que nos debemos dar en el Concejo. El trabajo en cooperativas nos parece perfecto y que se fortalezcan para no ser rehenes de los grandes mayoristas del cartón, el vidrio y el metal”, sentenció.
En ese sentido, especificó: “Nos tenemos que poner a discutir los pliegos lo antes posible. Los ejes centrales de la ordenanza de qué manera en toda el área metropolitana definimos cuáles van a ser las políticas de relleno, buscar alternativas al relleno de Ricardone, y prever cómo vamos a reducir la cantidad de basura. Paralelamente, cómo mejoramos el servicio en los barrios que hoy es deficiente”.
“Nos quieren llevar a discutir que el nudo de basura cero sea el reciclaje, pero tiene que ser objetivos cumplibles, discusión real del tema rellenos, poner en marcha la planta de tratamiento de Villa Gobernador Gálvez”. Esta planta se inauguró en 2017, con una inversión de 220 millones de pesos -hoy sería cercano a los 800- se desarrolló con fondos no reembolsables del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y con dinero de la Provincia y la Nación.
“Hace 5 años se inauguró una obra que se arrancó durante el gobierno de Cristina, una planta de tratamiento de residuos ubicada a la vera de la autopista Rosario-Buenos Aires. Nunca se pusieron de acuerdo de qué manera se gestiona la operatividad, en principio porque Gálvez no quería que todos los camiones pasen por la ciudad. En su momento Fein nos pidió si se podía hacer una bajada desde la autopista a la planta, la obra se hizo, sin embargo la planta no se habilitó”, detalló Cardozo.
Por lo que pudimos averiguar, la operatividad de la planta no es simple, necesita de un flujo de dinero grande y lo deberían aportar todos los municipios y comunas que depositen sus residuos allí. Muchos de ellos no tienen presupuesto para destinar para el procesamiento de la basura, y es por eso que la planta y la cava construída aún no tuvo trabajo.
Además, al edil le preocupa un eje que se propone en el nuevo proyecto: “La ordenanza nueva de Basura cero propone la prohibición de plásticos de un solo uso. Planteado así es peligroso para la enorme cantidad de Pymes y empresas grandes, y miles de trabajadores de la industria del plástico. Hay que armar un plan progresivo, no prohibir de manera inmediata porque puede ser fatal para los puestos de trabajo y para los empresarios del sector”, anticipó.
Camiones obsoletos
Desde el gremio de los recolectores emitieron un comunicado especificando los problemas que tienen en los materiales de trabajo, desde los camiones hasta los de uso cotidiano. Según el informe, más del 50% de los camiones han quedado obsoletos y se debe contemplar una renovación de capital en ese sentido en el nuevo pliego. Además, según especificaron, “los carritos de barrenderos deben cambiarse en un 100 por ciento”.
Marcelo “Pipi” Andrada, secretario general del gremio, pidió saber qué sucederá con los empleados hasta que se ratifique el nuevo pliego y se sostenga la prórroga: “Queremos saber en qué condiciones los trabajadores van a estar en la próxima licitación o en tiempo que continúe la prorroga”, reclamó.
“En el caso que se analice una nueva prórroga, la apoyaremos pero poniendo el ojo sobre las condiciones que van a quedar las unidades -camiones recolectores- porque la mayoría se encuentra obsoleta”, insistió.
Todos los actores conocen el poderío que tiene el gremio y es por eso que se convierte en un actor clave a la hora de pensar el nuevo pliego. Los 1100 trabajadores están afiliados y responden al sindicato de recolectores, y desde allí pedirán un informe sobre qué parará con la nueva prórroga y cuánto piensan invertir en los nuevos elementos de trabajo.
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