“Inmunidad de rebaño”, “el fin de la pandemia”, e incluso “erradicar el coronavirus por completo”, son objetivos que tienen las comunidades sanitarias internacionales pero que parecen complicadas de alcanzar.
Si bien existen múltiples razones y posturas de por qué se está lejos de llegar a esas metas, hay dos que están a la vista:
La primera es que “no se puede definir una cosa que no se sabe a ciencia cierta cómo va mutando y cómo actúan esas mutaciones”, eso es lo que afirman muchos expertos sanitarios y aunque parece una posición poco comprometida, es -en definitiva- la única verdad que se puede decir sobre el Covid 19.
Según explicó el Infectólogo (Matrícula 12921), Vicepresidente de la Sociedad de Infectología Rosario (SIR), y Director del Pami II, Mariano Gianello a RedBoing.com “el Covid-19 es un virus exigente, de traslación, que nos impone una dinámica de aprendizaje y cambios continuos”.
La segunda razón por la que todavía esos objetivos parecen inalcanzables tiene que ver con lo que el doctor rosarino define como diferencias entre “hemisferio norte y hemisferio sur”.
Para el doctor “lo principal es que tiene que haber una cierta estabilidad entre hemisferio norte y hemisferio sur a nivel de la cobertura vacunal” porque esto “permitiría interrumpir la cadena de contagios y la aparición de variantes nuevas”.
“Es algo histórico, en relación a la diferencia entre ambos hemisferios”.
En esta misma línea, también se expresó la ministra de Salud Carla Vizzotti quien durante la 150º sesión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud señaló que “no es la primera vez que hay inequidad en la distribución de vacunas y tratamientos” al recordar que lo mismo sucedió con los antirretovirales para el VIH o con las vacunas de la gripe por H1N1.
Incluso, Vizzzotti aseguró que “hasta que no accedan todos los países a la vacuna no se podrá dar vuelta la página de la pandemia de coronavirus” o “inmunidad colectiva”. Sobre esto, la titular de la cartera santafesina de salud, Sonia Martorano dijo que es muy pronto para saber si este virus genera la tan ansiada “inmunidad de rebaño”.
Algunos lugares han tenido como objetivo terminar con el Covid-19, es decir detener la transmisión y eliminarla en un país o región en particular. Sin embargo, los especialistas ya han advertido en más de una oportunidad que “las enfermedades que se eliminan aún pueden reaparecer si no se controlan a nivel mundial”.
Ahora bien, antes de que el SARS-CoV-2 provocara la actual pandemia de Covid-19, otros dos coronavirus ya habían saltado de los animales a los humanos dejando constancia de su peligro: pero las epidemias de síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) y síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS) se comportaron de forma epidemiológicamente diferentes y no llegaron a convertirse en pandemia como sí lo hizo el Covid-19.
El SARS fue finalmente contenido mediante la vigilancia sindrómica, el aislamiento inmediato de los pacientes, la aplicación estricta de la cuarentena a todos los contactos y, en el algunas áreas, la aplicación estricta de cuarentenas comunitarias.
“Esto que se está viviendo ahora, no se vivió en la historia de la vacunología”, reflexiona el médico rosarino, Mariano Gianello. Y continúa: “esto se debe a la celeridad en la investigación, el desarrollo y la magnitud de las campañas y las plataformas,-si bien está basada en estudios y en evidencias desde el año 2003 que se dio el proceso epidémico por el Sars Cov1 en Asia, que tenía altas tasas de mortalidad, que no llegó a expandirse porque quedó localizado en un territorio y no se dieron las condiciones para que se transforme en un proceso pandémico-.
Fue el 11 de marzo de 2020 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al Covid-19 como una pandemia debido a su propagación mundial. En el tercer año de pandemia, los expertos en enfermedades infecciosas dicen que hacer que el virus del Covid-19, se reduzca permanentemente a cero casos en todo el mundo, probablemente esté fuera de alcance, al menos en el futuro previsible.
La viruela es la única enfermedad humana que se eliminó a nivel mundial, un logro que requirió una exhaustiva campaña de vigilancia y vacunación.
Una de las enfermedades en donde se avanzó mucho aunque no se llegó a erradicar por completo es la poliomielitis, lo que ya acarreó miles de millones de dólares en inversión pero se consiguió una vacuna eficaz.
Pandemia es un término que hace referencia a la propagación de virus y enfermedades, al igual que las palabras endemia y epidemia. La diferencia entre ellas está en su alcance y prevalencia.
Una epidemia se produce cuando una enfermedad contagiosa se propaga rápidamente en una población determinada, afectando simultáneamente a un gran número de personas durante un periodo de tiempo concreto.
En caso de propagación descontrolada, una epidemia puede colapsar un sistema de salud, como ocurrió en 2014 con el brote de ébola en África occidental, considerado el peor de la historia. Cada enfermedad epidémica requiere una actuación específica en los ámbitos de prevención y tratamiento.
Las enfermedades endémicas son aquellas que persisten de una forma continuada o episódica en una zona determinada. La malaria, el Chagas o el dengue son ejemplos de endemias en zonas muy específicas del planeta.
¿Es posible transformar el Coronavirus de pandemia a endemia? La mayoría de los epidemiólogos creen que sí, aunque es probable que suceda en diferentes momentos y en diferentes lugares. Algunos países de Europa con altas tasas de vacunación, como Dinamarca y Portugal, ya están experimentando lo que, según algunos epidemiólogos, es probable que se acerque al Covid-19 endémico.
Otros epidemiólogos dicen que es demasiado pronto para anticipar cómo se vería la presencia de referencia de Covid-19 en una población. Es que todavía en las naciones más pobres la tasa de vacunación es muy baja, especialmente en África. Preocupación que reconoció en más de una oportunidad la ministra de Salud Sonia Martorano quien reconoció que “el mejor escenario por ahora implica vacunar a la mayor cantidad de personas posible para ayudar a reducir el riesgo de enfermedad grave y muerte por Covid-19 e impedir su propagación”.
En consonancia con estas declaraciones, el infectólogo Mariano Gianello dijo que “la vacuna es fundamental, un hito, marcó un punto de inflexión en este proceso”.
Y justamente seguir avanzando en estas vías es poder pensar en “la inmunidad de rebaño”, es decir que mucha gente sea inmune a una enfermedad infectocontagiosa generalmente a través de la vacuna, y entonces así sería “más difícil que el virus se contagie en el seno de una comunidad a gente no vacunada”.
Sin embargo, el especialista reflexionó: “con este virus no tenemos claro que va a ocurrir, porque la inmunidad natural después que uno se contagia no se sabe cuánto tiempo dura con exactitud”.
“La inmunidad que uno puede tener después que tuvo la infección hasta donde se sabe no es duradera en el tiempo, como sí sucede con otras enfermedades infectocontagiosas que se tienen una vez y no se las tiene más, como la varicela”.
Es que en momentos en que el mundo entró en el tercer año de pandemia, todavía quedan muchos interrogantes sobre el origen del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19 y que mató a al menos 5 millones y medio de personas en todo el mundo.
Algo parecido sucedió con el tifus dejó más de 4 millones de fallecidos, pero que ya no supone un peligro en el mundo moderno.
A lo largo de la historia, en el mundo se han presentado otras pandemias y epidemias. La más mortífera -hasta hoy- fue la viruela, que provocó unos 300 millones de fallecimientos, dejó secuelas en los enfermos y fue erradicada hace 40 años.
Muchos otros recuerdan lo que sucedió con el sarampión, que –según cifras de la OMS- produjo hasta hoy 200 millones de muertos en el mundo, cuyo contagio, al igual que el ébola, se previene con vacunación. De hecho, esta enfermedad se considera eliminada en EE.UU. desde 2000 porque no está circulando en el país, pero es común en algunas otras partes del mundo.
La peste bubónica, también fue difícil de combatir, estuvo activa hasta 1959 y desató la muerte de más de 12 millones de personas, mientras que el cólera, que registró grandes pandemias en los siglos XIX y XX y superó los tres millones de muertos según la OMS.
Algo queda claro y está plasmado en los datos históricos, con las vacunas es más factible llegar a este tipo de inmunidad, y con eso pensar que “se podría inocular una vez al año como se aplica la vacuna de la gripe”.
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