Este lunes, la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña inició el tratamiento del proyecto de ley que propone la expropiación del local de Cromañón, que se incendió en 2004 y causó la muerte de 194 personas. La ley fue presentada en varias oportunidades años atrás en el Parlamento de la Ciudad, pero nunca llegó a ser debatida ni en comisión ni en el recinto ante la falta de acuerdo entre las fuerzas políticas para avanzar en la discusión.
“Hay una deuda de la Legislatura con este proyecto porque Cromañón es el hecho más trágico que recuerda la Ciudad de Buenos Aires”, aseveró desde el Movimiento Cromañón Silvia Bignami, mamá de Julián Rozengardt, quien murió a los 18 años en el boliche.
La iniciativa contempla que el edificio, que es propiedad de Rafael Levy -el mismo dueño que al momento del incendio en 2004- pase a manos del Estado local para “resguardar los elementos testimoniales que hacen a su valor histórico-cultural y configuran la memoria histórica colectiva de la Ciudad”. La intención es que el lugar se transforme en un espacio para la memoria en recuerdo de las víctimas, que se sume al santuario ubicado enfrente al edificio que, en la actualidad, sirve de espacio de encuentro y homenaje pero que, al estar en un espacio abierto, sufre periódicamente vandalizaciones.
Brenda Re, sobreviviente de la tragedia, explicó: “Creemos que es importante para la Ciudad contar con un lugar que refleje lo que sucedió y sabemos que hubo proyectos aprobados para expropiar inmuebles, por eso pedimos reuniones virtuales con legisladores y legisladoras, muchos de los cuales nos acompañaron y otros que no nos atendieron”.
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