En la madrugada del sábado se encontró en la zona noroeste de Rosario el segundo vehíulo que se habría utilizado en el crimen de César Carmona, el policía que fue ejecutado en la tarde del jueves frente a la sede de la Agencia de Investigación Criminal, adonde trabajaba. Según datos a los que pudo acceder RedBoing, el VW Gol Trend color gris fue hallado en Caracas y Floduardo Grandoli, en inmediaciones del domicilio de quien está sospechado de ser uno de los autores del asesinato.
La investigación está a cargo del fiscal Alejandro Ferlazzo y las intensas tareas de rastrillaje continuarán en las próximas horas. Los homicidas ya estarían identificados.
Se supo también que otro de los hombres al que busca la policía por la muerte de su camarada tiene hace tiempo pedido de captura por un resonante crimen sicario de noviembre de 2022 en Colón, provincia de Buenos Aires. En aquel otro hecho, por el que ya hubo otros detenidos, se mató por encargo al chófer de un sindicalista de la UATRE, que ahora es candidato a diputado nacional por el partido de Milei.
La justicia bonaerense, en investigación de la que también participó el fiscal Matías Edery, logró saber que el ejecutor de aquel asesinato había viajado desde Rosario: se pudo dar con quien había actuado como chofer de aquel viaje, que es padre de “Lichi” Romero, líder preso de una banda narco que domina la zona noroeste de Rosario, justamente donde apareció anohe el Gol Trend. Pero todavía permanece prófugo quien disparó esa vez y habría participado también del asesinato de Carmona el último jueves.
Ese joven sicario es hijo de un policía rosarino, que fue separado de la fuerza en 2014 y condenado en 2017 por facilitar la fuga de un integrante de Los Monos de la alcaidía de la URII. Cómo vuelta del destino, a cambio de aquella evasión su propia mujer contó que había cobrado un Citroen C3, el mismo modelo de auto en el que su hijo habría seguido a Carmona, hasta matarlo.
Así, la hipótesis del robo que había cobrado fuerza ayer, se complejiza. Es que los investigadores apuntaron a esa teoría por el dato del auto rojo radicado en Tucumán y la actividad que Carmona hacia como adicional, en una financiera céntrica.
Con antecedentes cercanos de varias salideras ejecutadas por delincuentes que llegan de esa provincia a Rosario para actuar con esa modalidad, la pista parecía posible. Además, habían roto los vidrios del Kinetic. Y aunque el vídeo de la cámara de seguridad que se filtró no logra mostrar ese momento, porque una columna tapa al auto de Carmona, le habrían llevado un bolso.
Ahora, tras la identificación que logró el gabinete criminalístico de las huellas dactilares que habrían quedado en el C3 con el que se persiguió a Carmona hasta la puerta de la AIC y luego descartado a las pocas cuadras, al dato del robo de ese bolso, la pesquisa le sumó la que había sido la sospecha inicial: que habeía actuado gente de Rosario en relación con bandas narco locales.
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