Abel Guzmán, detenido por el crimen de Germán Medina en Recoleta, había amenazado a sus compañeros previo a dispararle al peluquero el día 20 de marzo en la peluquería Verdini.
El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°18 procesó esta semana con prisión preventiva al estilista de 43 años por el delito de homicidio agravado por alevosía en concurso real con privación ilegítima de la libertad y lo embargó por $40 millones.
De acuerdo al fallo que accedió Noticias Argentinas, los chats del grupo de WhatsApp evidenciaron la mala relación que Guzmán tenía con el resto de los peluqueros. El dueño del local Facundo Verdini recordó que el uso de formol estaba prohibido y aclaró que al que no estuviese de acuerdo se podía abrir su propio salón.
Guzmán contestó que “no tenía problema”. “Nos encontramos y lo resolvemos como corresponde”, sugirió en un Zoom con todos los empleados del lugar. Medina, por su parte, dijo: Hasta donde yo entiendo se hace lo que el jefe dice y si no patada en el tuje. ¿Dónde se vio que se le hable así al que te paga el sueldo? Si no le gusta a alguien que agarre la puerta y listo. Muerto el perro, se acabó la rabia”.
La conversación fue el 24 de febrero pasado, un mes antes del crimen. Guzmán era el único que continuaba usando formol para alisar el cabello de las clientas. Sin embargo, sus colegas y el propietario no estaban de acuerdo con esa acción ya que era dañino para la salud. Por ese motivo, la peluquería fue denunciada en dos oportunidades.
“Esto va más que nada para vos Abel [por Guzmán] que tengo muchas quejas con los chicos y ya. Me está superando este tema: prohibido usar formol!!! Lo dejo grabado como evidencia, no quiero más formol en la peluquería. Listo. Listo formol, ni a la mañana, ni a la tarde, ni a la noche, ni cuando está cerrada la peluquería”, enfatizó Verdini en un video que envió al grupo de WhatsApp.
Guzmán redobló la apuesta. “¿Querés hablarlo personalmente mejor? Nunca sos claro…. Y Ahora que tenés este equipo te molesta el formol”, cuestionó el hombre que permaneció prófugo durante dos meses, a la vez que insistió: “¿Por qué esperaste tanto tiempo para poner claro tantas cosas? No tengo problema de mañana nos encontramos y lo resolvemos, pero cómo corresponde si todo es un problema para vos. Ya sabes qué tenes que hacer. Te olvidás de quién sos… Siempre estuve y nunca te abandoné y te portás así conmigo, no quiero más. Mañana te busco en la otra pelu y lo resolvemos mañana mismo. No me gusta este puterío barato, lo hablamos en la cara”.
Después llegaron las opiniones de Medina, que cerró con la frase “muerte el perro, se acabó la rabia”.
La intención de Facundo Verdini era suspender a Guzmán, no echarlo.
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