El intendente de la localidad de Coronda, Ricardo Ramírez, aseguró que hay un remanente de la producción de frutillas que quedará sin cosechar por la falta de mano de obra. Según destacó el intendente, en los últimos 10 se consolidó una caída en la producción que paso de 700 hectáreas a 300 en la última campaña.
El intendente señaló que existen varios factores que determinan a la conformación del actual escenario. “Por un lado, este año en particular hubo un temporal de granizo que paralizó la cosecha en mitad de la temporada (que se extiende de principios de junio a finales de noviembre), generó la perdida de casi un millón y medio de kilos de frutilla, e hizo que muchos de los jornaleros decidieran abandonar el trabajo”, indicó el mandatario municipal.
Respecto a cómo se encuentra el escenario actual sostuvo que “la planta ahora se ha recuperado, pero la gente se ha ido y ha quedado muy poca para hacer el trabajo de recolección”. Ante esto, se prevé que esta situación repercuta en el siguiente eslabón productivo que es el de la industrialización. Debido a que empresas que utilizan la pulpa de frutillas comienzan a sentir un faltante, mientras “hay frutillas en los campos que no se pueden juntar”, se lamentó Ramírez.
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